Pocas veces un número 1 del draft de la NBA ha ocasionado tanta controversia en sus primeros partidos en la mejor liga de baloncesto del mundo. El base Markelle Fultz, escogido por Philadelphia 76ers como número 1 del pasado draft, está de actualidad. Y no precisamente por su buen juego.
Los Sixers han decidido sentar al base durante, al menos, los tres próximos partidos. La razón oficial son unas supuestas molestias en su hombro derecho. Las mismas molestias que podrían ser las causantes de sus problemas en el lanzamiento.
Fultz, que no se ha jugado ni un solo triple en los tres partidos disputados, nunca ha sido una metralleta. En su etapa universitaria promedió un 65% de acierto desde la línea de personal.
Su mecánica de tiro recuerda a la de un niño de 5 años que comienza a tirar a canasta. Una horrible mecánica que ha generado la mofa de muchos. A estas alturas nadie sabe si Fultz ha cambiado su forma de lanzar por sus molestias en el hombro o si estas molestias le han surgido por haber intentado cambiar su mecánica de tiro. "No descarto que esa sea una posibilidad", reconoce el técnico Brett Brown.
Fultz está promediando un 33 por ciento en los tiros de campo y un 50 por ciento en los tiros libres. Vídeos de Fultz desde la línea de personal se reproducen como setas en las redes sociales. Markelle, de momento, ha generado más risas que aplausos con su juego.
Los Sixers cruzan los dedos. El gafe que persigue a la franquicia de Pensilvania en los últimos años es digna de estudio por parte de Cuarto Milenio y el gran iker Jiménez. Sus tres anteriores números 1 se perdieron por lesión la temporada de su estreno. (Nerlens Noel, Joel Embiid –The Process se perdió las dos primeras– y Ben Simmons). ¿Le habrá mirado un tuerto a Philadelphia?