Es la grandeza de Wimbledon, el torneo con más solera del tenis mundial: el pez chico se puede comer al grande en cualquier momento. Que le pregunten si no a Rafa Nadal y Roger Federer, dos de las cinco mejores raquetas del planeta. El balear, que este año partía como quinto cabeza de serie, cayó el lunes contra todo pronóstico frente al belga Steve Darcis, número 135 en el ranking ATP, por 7-6, 7-6, 6-4 en tres horas.
Y, como el mallorquín, que venía de ganar su octavo Roland Garros, Federer también ha hincado la rodilla de forma prematura, en su caso en segunda ronda. Dos días después de la sorprendente eliminación de Nadal, el suizo, heptacampeón en La Catedral, se estrellaba contra el ucraniano Sergiy Stakhovsky, 116 del ranking, en cuatro sets (6-7, 7-6 , 7-5 y 7-6), con lo que no podrá revalidar el título logrado el año pasado tras vencer en la final al escocés Andy Murray.
Así pues, la presente edición de Wimbledon pasará a la historia por tratarse de la primera vez en la que ni Nadal ni Federer alcanzan la tercera ronda de un mismo torneo de Grand Slam en el que ambos han participado.
Pero aún hay más. A partir del 7 de julio, cuando acabe el campeonato, así quedará la clasificación de la ATP: Novak Djokovic seguirá primero del mundo, por delante de Murray, David Ferrer, Nadal, Federer y Tomas Berdych. Incluso el checo tiene opciones de arrebatarle la quinta plaza al suizo, aunque para ello deberá alcanzar la final.
Miércoles negro
Por lo demás, la jornada vivida este miércoles en el All England Club fue nefasta para los favoritos, pues a la derrota de Federer se sumaban las de Jo-Wilfried Tsonga y Maria Sharapova. El francés, sexto preclasificado y semifinalista en las dos últimas ediciones, tuvo que retirarse antes de iniciar el cuarto set de su partido ante el letón Ernests Gulbis por una lesión en la rodilla izquierda, cuando el marcador era de 3-6, 6-3, 6-3 y 0-0.
La rusa, tercera favorita y que ha ganado los cuatros torneos del Grand Slam –entre ellos Wimbledon en 2004–, cometió muchos errores no forzados frente a la portuguesa Michelle Larcher de Brito, número 131 del mundo, para acabar cediendo por 6-3 y 6-4 en poco más de una hora y media.
A todo ello hay que unirle la eliminación del campeón en La Catedral en 2002, el australiano Lleyton Hewitt. Actualmente en el puesto 70 del ranking ATP, el ex número uno del mundo cayó por 6-4, 6-4, 6-7 y 6-2 ante el rastafari alemán Dustin Brown, verdugo de Guillermo García-López en primera ronda.
Hacia una final Djokovic-Murray
Por tanto, las derrotas de Nadal, Federer y Tsonga dejan el camino expedito para Novak Djokovic, ganador de Wimbledon hace dos años a costa del balear, y Andy Murray, finalista la pasada edición. Después de superar al alemán Florian Mayer en tres sets, el serbio se mide hoy en segunda ronda al estadounidense Bobby Reynolds y, de ganar su partido, el sábado lo hará ante el vencedor del duelo entre el francés Jeremy Chardy (28) y el germano Jan-Lennard Struff.
Sería a partir de cuartos cuando el panorama podría empezar a complicársele a Nole, que en esa fase se mediría a Berdych, mientras que en semifinales lo haría contra David Ferrer, cuyo techo en Londres son los cuartos de final que alcanzó el año pasado ante Murray –cayó por 6-7, 7-6, 6-4 y 7-6 en un duelo épico–.
El alicantino, cuarto del mundo y que en su debut en la hierba londinense este año tuvo que sufrir para ganar al argentino Martín Alund (101 del mundo), pasa por el mejor momento de su carrera. El año pasado alcanzó las semifinales de Roland Garros y del Abierto de Estados Unidos. Y en 2013 ha confirmado su excelente estado de forma con otra semifinal, en Australia, y su primera final en un grande: en la tierra batida de París, donde perdió contra Nadal. Tras la eliminación del manacorense, es el de Jávea, de 31 años, la gran baza del tenis español en este tercer grande del curso.
Se enfrenta Ferrer este jueves a su compatriota Roberto Bautista Agut y, de ganar, en tercera ronda lo haría contra el vencedor del choque entre el colombiano Santiago Giraldo y el ucraniano Alexander Dolgopolov (26), un tenista tan bueno como heterodoxo.
Por su parte, Murray jugará en tercera ronda contra un viejo rockero que ha recuperado sensaciones en el circuito, el catalán Tommy Robredo, mientras que en octavos lo haría ante el ruso Mikhael Youzhny o el serbio Victor Troicki. De cumplirse las previsiones, y tras las eliminaciones de Nadal y Federer, Nico Almagro asoma como su posible rival en una hipotética semifinal.
Serena aspira a su sexta corona
En el cuadro individual femenino, con Sharapova fuera de combate –a la eliminación de la rusa hay que sumar la sorprendente derrota en primera ronda de la italiana Sara Errani (5), a manos de la puertorriqueña Mónica Puig–, todo se encamina hacia una final entre la estadounidense Serena Williams y la bielorrusa Victoria Azarenka, segunda favorita.
Eso sí, tanto Serena, número uno del mundo y campeona en Wimbledon en cuatro de las últimas cinco ediciones –no pudo ganar la de hace dos años, cuando el título fue para la checa Petra Kvitova–, como Azarenka deberán contar con el permiso de la polaca Agnieszka Radwanska, que ha pasado a ser la tercera en discordia. Radwanska, finalista la pasada edición, se cruzaría con Serena en semifinales.
En caso de que la norteamericana y la bielorrusa lleguen el sábado 6 de julio al partido decisivo en La Catedral, se repetiría así la final del último Abierto de Estados Unidos, con victoria para la menor de las Williams (6-2, 2-6 y 7-5) para hacerse con su cuarto título en Flushing Meadows.
El balance entre ambas tenistas es revelador: de las 14 ocasiones en las que han cruzado sus raquetas, en sólo dos el triunfo ha sido para Azarenka (Miami en 2009 y este año en Doha).