Como leyenda viva es inmortal y como leyenda viva, hasta que no fallezca deportivamente hablando, Rafa Nadal es un rival que nunca jamás se puede dar por acabado. Madrid ya lo sabía, pero hoy Rafa se lo ha vuelto a recordar con un triunfo de esos que se deben guardar en vídeo toda la vida. Alex De Miñaur fue el rival y la Caja Mágica el escenario del que no es el último baile del español en territorio madrileño.
Nadal demostró en Madrid que pase lo que pase es el rival más complicado posible en la tierra batida de cualquier escenario y pese a que la lógica decía que la segunda ronda le podía dar su último partido en la capital de España, Rafa es experto en desafiar a toda cábala. Ni el hecho de jugar en indoor le pasó factura. El manacorí no solo ganó a De Miñaur sino que además logró jugar 2 horas de intensidad máxima ofreciendo una versión muy cercana a la que todos conocemos de él. La que, entre otras cosas, le ha hecho ganar cinco títulos en Madrid.
Nadal empezó el partido sin ningún atisbo de duda llegando a colocar un parcial de 2-0 en el marcador, sin embargo, De Miñaur intentó hacer el partido lo más largo posible para hacer valer su físico y llegó a forzar el tie break. Todo el mundo sabía, sobre todo Nadal, que perder el tie era irse, como mínimo al tercer set y allí su físico le podía pasar factura. De hecho en Barcelona, Nadal solo pudo competir el primer set, lo perdió y tuvo que dejarse ir en el segundo. Era todo o nada y fue todo.
Nadal, ayudado por la cinta, logró el punto más importante justo en la recta final del tie break y se llevó la primera manga para ilusión propia y de toda la Caja Mágica. Rafa fue muy eficaz el resto del partido sumando registros de un 80% de acierto en bolas de break y en el segundo fue aún más Nadal que en el primero. Todo ello ayudado por un público entregado. Cogió distancia, la amplió y cerró el choque con un 6-3 para el recuerdo.
Ahora Nadal se regala otro baile en Madrid y lo hará ante Pedro Cachín. El argentino venía de más de una docena de choques sin ganar, pero en la Caja Mágica ya suma dos victorias, la última ante Tiafoe. Será un rival duro, físico y peligroso. Eso sí, Nadal vuelve a creer que todo es posible y sin olvidarse de ir partido a partido, Rafa irá, como siempre, a por todas.