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EEUU estudia subir los impuestos sobre combustibles un 50%

La fuerte caída en la recaudación fiscal por hidrocarburos, así como de otros impuestos, ha provocado que el Congreso de EEUU se esté planteando incrementos de hasta el 50% en estos impuestos para financiar infraestructuras.

Obama perfila un plan de 800.000 millones
La fuerte caída en la recaudación fiscal por hidrocarburos, así como de otros impuestos, ha provocado que el Congreso de EEUU se esté planteando incrementos de hasta el 50% en estos impuestos para financiar infraestructuras.
LD (Luis F. Quintero) Los norteamericanos cada vez conducen menos y compran menos combustible. Esto, además de alegrar a los colectivos ecologistas, ocasiona un importante problema para la administración que ve cómo, en poco tiempo, ha mermado considerablemente su capacidad adquisitiva, la recaudación impositiva sobre hidrocarburos. Estos impuestos se destinan, en su mayoría, a la construcción y seaneamientos de carreteras y puentes así como a la puesta en marcha de nuevos proyectos en infraestructuras.
 
Tal es la situación que la citada comisión ha propuesto un incremento en los impuestos sobre la gasolina y el gasóleo del 50%, mientras se concibe otro modo de lograr que los automovilistas paguen por la utilización de la vía pública.
 
La Comisión Nacional de Financiación de Infraestructuras de Transporte de Superfice, formado por quince miembros y creada por el Congreso, ya es el segundo grupo que en menos de un año solicita el aumento de los impuestos (18,4 centavos por galón de gasolina y 24,4 centavos por galón de gasóleo). No obstante, los impuestos sobre los combustibles varían de estado a estado. En un informe, la comisión pide incrementar el impuesto de la gasolina en 10 céntimos por galón y el del gasóleo de 12 a 15 céntimos por galón.
 
Por otro lado, también ha propuesto que se vincule el impuesto sobre el combustible a la inflación, que los Estados aumenten sus impuestos sobre los hidrocarburos y que incrementen el número de carreteras de peaje, así como las tarifas correspondientes a las horas de conducción.
 
Así las cosas, la pelota está ahora en el tejado de Obama. En 1994, los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes y el Senado gracias, entre otros asuntos, a un "impuestazo" sobre el gasóleo. De momento, Obama expresa sus dudas ante una eventual subida de impuestos debido al clima económico que arrecia en todo el país. En frente, los miembros de la comisión le recuerdan que es necesario mejorar  las carreteras e impulsar nuevos proyectos viarios. Proyectos que necesitan financiación
 
Precisamente, el presidente electo de los EEUU señaló su intención de impulsar las infraestructuras y las energías renovables como motor de crecimiento económico y creación de empleo. Unas infraestructuras que necesitarán financiación extra a la vista del déficit de ingresos fiscales que registra el país.
 
En cambio, el nuevo anuncio de Obama de rebajar impuestos choca con estas informaciones. Habrá que esperar a que Obama tome posesión para descubrir cómo afronta esta coyuntura.
 
El vicepresidente del Think Tank Reason Foundation, Adrian Moore, miembro de la comisión de ingresos por carretera, tampoco se ha mostrado a favor de un incremento en los impuestos de la gasolina. “Podemos dejar que los caminos vayan al infierno, o podemos pagar más”, ha señalado. En cualquier caso, Moore propone ir a un sistema más complejo que evite las cargas impositivas directas y que esté concebido para incentivar el tránsito en carretera.
 
El problema que afronta el Congreso es que el sistema de carreteras se sostiene gracias a las recaudaciones de impuestos sobre combustibles no sostenibles. Una realidad que comienza a convertirse en un problema desde el mismo momento en que los ciudadanos dejan de coger el coche y cambian su vehículo por automóviles con combustibles más eficientes y tecnologías como los plug-in instalados en los coches híbridos que reducen aún más el consumo de gasolina.
 
La propuesta de la comisión es avanzar hacia un nuevo sistema en el que los impuestos destinados al mantenimiento de carreteras se recauden en función de lo que cada usuario utilice estas infraestructuras.
 
Un estudio realizado por la Junta de Investigación del Transporte de las Academias Nacionales estima que la diferencia anual entre los ingresos y las inversiones necesarias para mejorar la carretera y los sistemas de tránsito era de aproximadamente 105.000 millones en 2007, y aumentará a 134.000 millones de dólares en 2017 según las tendencias actuales.
 
Precisamente, esta proyección de déficit sobre los ingresos ha llevado a la Comisión de Estudios de la Política nacional de Transportes de Superficie y Hacienda a publicar hace un año una propuesta para aumentar hasta 40 centavos por galón en el impuesto sobre el gas, por etapas en un plazo de cinco años.
 
En cambio, la problemática destapada por la merma en la recaudación del impuesto de hidrocarburos y la búsqueda de soluciones preocupa a algunos expertos. El presidente de la American Trucking Associations , Charles Whittington , apoya un incremento de los impuestos en los combustibles siempre y cuando se utilicen para mejorar los proyectos de las carreteras. No obstante, teme que el Congreso trate de disfrazar un nuevo impuesto sobre los carburantes como un recargo para combatir el cambio climático. "En lugar de pedir un impuesto sobre la gasolina, que pidan un impuesto sobre el carbón", dice Whittington

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