LD (EFE)
El precio de los contratos para mayo del Petróleo Intermedio de Texas, el de referencia en Estados Unidos, avanzó 0,66 dólares y se situó en 28,63 dólares por barril. Los contratos para mayo del petróleo Brent registraron un incremento de 0,48 dólares en el mercado de Londres, para situarse en 25,29 dólares por barril. En el caso de la gasolina, los contratos para abril anotaron una ganancia de 4 centavos y se situaron en 0,92 dólares por galón (3,78 litros), mientras que los de gasóleo de calefacción aumentaron en algo más de un centavo y quedaron a 0,75 dólares.
Las noticias relativas a la guerra en Irak continúan orientando las decisiones de los operadores neoyorquinos y la tendencia de los precios continúa marcada por la impresión de que la ofensiva anglo-norteamericana no finalizará con la rapidez que se anticipó, lo que prolongará la ausencia del crudo iraquí de los mercados. De hecho, el propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, manifestó en Florida ante una audiencia de militares y familiares de soldados que la guerra en Irak va bien "pero está lejos de terminarse".
El aumento de los precios neutralizó el descenso que registraron en la sesión anterior, cuando las noticias sobre una revuelta popular en Basora contra las tropas iraquíes acrecentaron las expectativas sobre un rápido desenlace del conflicto si algo similar ocurriera en otras localidades de Irak. Sin embargo, el primer ministro británico, Tony Blair, declaró en el parlamento que las noticias eran muy confusas y que el alzamiento parecía haber sido limitado.
A la inquietud en los mercados por la interrupción de envíos de crudo iraquíes se une las alteraciones en la industria petrolera de Nigeria a causa de violentos disturbios étnicos en el delta del Niger, lo que ha reducido la producción diaria de crudo en algo más de 800.000 barriles, de una media de 2,2 millones de barriles. Además, el Departamento de Energía ha informado de un descenso de 2,1 millones de barriles en las existencias de gasolina, por encima de lo previsto por los expertos, y quedaron en 199 millones, un 7,5 por ciento inferiores a las de hace un año.
Las noticias relativas a la guerra en Irak continúan orientando las decisiones de los operadores neoyorquinos y la tendencia de los precios continúa marcada por la impresión de que la ofensiva anglo-norteamericana no finalizará con la rapidez que se anticipó, lo que prolongará la ausencia del crudo iraquí de los mercados. De hecho, el propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, manifestó en Florida ante una audiencia de militares y familiares de soldados que la guerra en Irak va bien "pero está lejos de terminarse".
El aumento de los precios neutralizó el descenso que registraron en la sesión anterior, cuando las noticias sobre una revuelta popular en Basora contra las tropas iraquíes acrecentaron las expectativas sobre un rápido desenlace del conflicto si algo similar ocurriera en otras localidades de Irak. Sin embargo, el primer ministro británico, Tony Blair, declaró en el parlamento que las noticias eran muy confusas y que el alzamiento parecía haber sido limitado.
A la inquietud en los mercados por la interrupción de envíos de crudo iraquíes se une las alteraciones en la industria petrolera de Nigeria a causa de violentos disturbios étnicos en el delta del Niger, lo que ha reducido la producción diaria de crudo en algo más de 800.000 barriles, de una media de 2,2 millones de barriles. Además, el Departamento de Energía ha informado de un descenso de 2,1 millones de barriles en las existencias de gasolina, por encima de lo previsto por los expertos, y quedaron en 199 millones, un 7,5 por ciento inferiores a las de hace un año.
