El pasado martes el mercado volvió a poner en tela de juicio la solvencia del Estado español. El Tesoro no pudo colocar todas las letras a 12 y 18 meses, en una operación que el Gobierno llegó a calificar como “floja”. Y para no repetir el fracaso el departamento que dirige Soledad Núñez se ha asegurado el éxito, mediante llamadas telefónicas a las entidades financieras, según revela el diario Expansión.
Fuentes de los bancos han intentado lanzar balones fuera con declaraciones del tipo :“Nos han llamado para ver cómo irá el tema, pero pinta flojo la verdad (...) es difícil ver qué va a pasar. Es una incógnita”. Sin embargo todo ha salido a pedir de boca.
La subasta de bonos a diez años ha concluido este jueves con la adjudicación de 3.530 millones de euros, justo por encima del máximo previsto por el Tesoro, 3.500 millones. Las peticiones alcanzaron los 7.163 millones, si bien el coste ha aumentado desde el 3,8% hasta superar el 4%. El Tesoro cuenta con 21 "creadores de mercado" de bonos y obligaciones que, normalmente, pujan cada uno por un mínimo del 3% del importe que se pretende colocar.
Los bancos saben que pueden luego colocar estos bonos al Banco Central Europeo, que está monetizando la deuda imprimiendo dinero y comprando las emisiones de los Estados, bien directamente al Tesoro, bien a las entidades que han comprado primero la deuda.