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Federico pide el "divorcio sin pensión" harto de las "coces" del "perdonavidas"

Mucho Mas en la prensa, aunque algunos periódicos le hacen el vacío.

La Vanguardia está ofendidísima por el corte de mangas a su president. "El gobierno del PP hace el vacío a Mas en Madrid. Nadie del ejecutivo asiste a la conferencia. Las ausencias contrastan con la presencia de Spottorno, el jefe de le casa del Rey", dice en portada. En páginas interiores se escucha un gran sollozo: "Sólo la Zarzuela escucha a Mas", ay pobre. El columnista Antoni Puigverd se pone pedagógico y nos explica a los españoles, siempre tan ignorantes, que "el catalanismo no es una enfermedad mental, sino una identidad". Mira, oye, nunca te acostarás...

El Mundo también se fija en el detalle de que no había ni Dios escuchando a Mas en su visita a la capital. "Gobierno y empresarios hacen el vacío a Artur Mas en Madrid". Eso sí "asistieron el jefe de la Casa del Rey y la delegada del Gobierno". Si es que en Zarzuela siempre son muy mirados.

Jiménez Losantos está que fuma en pipa. "Adéu", titula su columna con evidente satisfacción. Mas estuvo en Madrid "para refrotar el morro gatuno contra su masa excrementicia", "con el estilo untuoso y perdonavidas que caracteriza a su tribu" y con el jefe de la Casa del Rey como su "avalista o comisionista". Desde la transición, "todo han sido coces y pedir dinero" pero que sepa "el caudillet" que "sería el mendigo más fatuo de la Tierra si creyera que seguiremos pagando su desprecio" –ay, Federico, yo no pondría la mano en el fuego-. "Divorcio, inmediato, ya. Pensión, ni hablar". Para Pedro J. el secreto está en la pela, "pero frente al vicio de pedir siempre está la virtud de no dar, que es lo que tiene que hacer Rajoy".

La Razón dice que "Mas prepara para enero el anuncio del adelanto electoral", cuanto antes mejor. A Marhuenda le parece que Mas "empleó un tono moderado, pero no maquilló sus propósitos de ruptura con el resto de España". Eso sí, lo adornó con "metáforas matrimoniales de desamor" para no aburrir al personal. "Ya solo falta saber si CiU llevará la independencia en su programa", dice así como a modo de reto.

El País, sin embargo, cree que lo que planea Mas es "una consulta ante la fatiga de la relación con España" y nos tranquiliza sobre el fútbol. "El Barça-Madrid, garantizado". Hombre, si lo dice Prisa, ¿quién se va a atrever a llevarles la contraria? Sus periodistas no se ponen de acuerdo sobre quién estaba en la conferencia. Carlos E Cué dice que Mas estaba "rodeado de empresarios". Sin embargo, Miguel Angel Noceda no los vio. "Ausencia notable de empresarios y políticos". Uy, uy, que aquí alguien ha hecho pellas. Y según lo que cuenta Noceda parece que el que se escaqueó fue Cué. "Fue llamativa la inasistencia de presidentes de grupos catalanes", "no estuvieron los primeros espadas de La Caixa", vamos, ni el tato.

Santiago Petschen nos habla de la humildad innata del catalán. "Expresarse sobre el poder a muchos catalanes les originaba vergüenza. Les producía un particular pudor. Una cierta violencia íntima", dice sin que se le escape una carcajada. Sin embargo los españoles, unos arrogantes, oiga, "el tema del poder se ha tratado siempre como ha venido en gana. Y con gran descaro". Lo que hay que oír.

ABC pasa de Mas en su portada y se la dedica a EEUU. "El islamismo revienta la primavera árabe". Carlos Herrera avisa a los catalanes: "Se convertirán en un pequeño país colocado tras Croacia o Turquía en la cola de espera para ser socio de la UE", advierte con muy mala leche."Mas es quien debe decir a su pueblo que no se puede declarar independiente y pretender que todo siga igual", que no se pasen de listos. Y lo peor de todo, si se declaran independientes "el problema recaerá en su gestión, no en la de los puñeteros españoles que se pasan el día pensando cómo fastidiar a los catalanes" y eso sí que es una faena de las gordas.

Tampoco La Gaceta ha tenido a bien darle un huequecito en su portada. Cree que Mas "lo único que está haciendo es sumarse a la ola secesionista y utilizarla como cortina de humo ante sus propios problemas económicos". Pero es Esther Jaén la que da en el clavo. "Los nacionalistas catalanes dicen estar hasta el gorro de España. Y el resto de España está hasta las narices de Cataluña". Una verdad como un castillo, Esther.

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