El discurso público es el de "tender puentes", "acercar posiciones" y defender "que lo que nos une es mucho más que lo que nos separa". Pero más allá de los lugares comunes se encuentran unas relaciones entre el PSOE y el PSC poco menos que enquistadas. Prueba de ello es el envalentonamiento del primer secretario del PSC, Pere Navarro, que este lunes volvió a lanzar un nuevo envite a Alfredo Pérez Rubalcaba al ratificarse en la petición de abdicación del Rey que hizo montar en cólera al secretario general del PSOE en pleno debate del estado de la Nación.
Nadie de la dirección del PSOE ha abierto la boca contra esta nueva petición, pero sí del grupo parlamentario en el Congreso. El portavoz de Economía, Valeriano Gómez se limitó a emitir su opinión personal" al decir que "éste no es el momento de pedir a nadie, y mucho menos al Rey, su abdicación. Es el momento de alegrarnos por su salida del hospital. Y ojalá que mejoren sus circunstancias y su situación".
La nueva 'OPA de Navarro' no parece la estrategia más oportuna en un momento en el que las direcciones de ambas formaciones tratan de cerrar el encuentro que prometió la semana pasada Elena Valenciano con el objetivo de fijar "el nuevo marco de relaciones" con el PSC tras la ruptura de la disciplina de voto sobre el derecho a decidir. Según fuentes socialistas, Rubalcaba y Navarro "han hablado por teléfono este fin de semana" pero no han cerrado todavía el día y la hora de la reunión.
En rueda de prensa en Ferraz, la secretaria de participación y redes, Maria González Veracruz ya asumió que las discrepancias entre PSC y PSOE se han producido por que los socialistas catalanes tienen "su discurso y sus intereses" y éstos son distintos a los del PSOE. Sin embargo, confió en que "nos mantengamos unidos". Lo óptimo es no plantearse ningún cambio sustancial", añadió Valeriano Gómez quien no se manifestó favorable a "cambiar en lo esencial esta estructura. Ahora lo que es necesario es que continúen los contactos y las negociaciones y ver de qué forma pordemos mantener lo que resultaría óptimo para España".
La fórmula que se baraja es la de permitir a los 14 diputados del PSC romper la disciplina de voto en los temas "sensibles para Cataluña" y evitar así la ruptura del hermanamiento entre ambas formaciones. De momento el único punto de acuerdo entre Navarro y Rubalcaba parece ser en torno a Carmen Chacón. Tras los encendidos reproches del líder del PSC a la socialista catalana este fin de semana, fuentes cercanas a Rubalcaba coinciden en "destacar su incoherencia" y preguntarse "¿Por qué no votó en contra? ¿Por qué no votó con nosotros?". Al fin y al cabo, es la misma pregunta: "¿Por qué no votó?".