A pesar de lo que la Ley dice sobre la necesidad de una mayoría cualificada de dos tercios en primera votación y de tres quintos en segunda para la elección del director general de la RTVA, Izquierda Unida, por medio del vicepresidente de la Junta Diego Valderas, ha amenazado al PP con dejarlo fuera de dicha elección. "Si el PP se dedicara a poner trabas y a vetar la elección del nuevo director de la RTVA, se hará lo que sea mejor para los andaluces. Ni me planteo ni descarto nada, pero habrá que hacer lo que haya que hacer con las fórmulas que la democracia nos da".
Naturalmente, en el Partido Popular andaluz se ha tomado la declaración de Valderas como una advertencia amenazadora que recuerda lo que ya hizo el PSOE en la pasada legislatura por mediación de su ex vicesecretario general y mano derecha de Manuel Chaves cuando vio las dificultades prácticas para alcanzar un acuerdo en torno a la figura del director del Ente Público que tiene en sus manos Canal Sur Televisión.
Recuerda El Mundo lo que dijo entonces Pizarro: "De ningún modo vamos a aceptar que el PP quiera imponer el director de la RTVA para lograr una mayoría cualificada de dos tercios" y lo dijo sólo diez días después de que el PSOE ganara por mayoría absoluta las elecciones andaluzas. Pizarro creía que lo ideal era el consenso y la unanimidad, aunque luego lo eligió el rodillo socialista.
Valderas también dice que aspira a un acuerdo PP-PSOE-IU y que desea que el acuerdo sea refrendado y apoyado por diversos colectivos sociales. En caso de no conseguirse el acuerdo, Valderas ha proferido una clara amenaza de desbloquear a la fuerza la elección sin especificar cuál será el método que podría utilizarse para ello.
El portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, volvió a sacar el tema Chávez y Venezuela en este asunto cuando dijo: "El PP puede estar tranquilo. No vamos a hacer un Aló presidente en Rtva pero tampoco vamos a traer a Curri Valenzuela".
Un sospechoso Decreto Ley
El Gobierno andaluz ha anunciado que va a dictar de manera urgente un Decreto Ley que será aprobado el próximo martes que deberá regular lo que ocurre en la RTVA cuando dimite imprevistamente un director general, algo que no estaba previsto en la Ley vigente.
La solución parece ser que hará que sea el Consejo de Administración de la RTVA, donde tiene mayoría la izquierda andaluza, PSOE e IU, el que asuma las competencias de la dirección general. Sin embargo, la Ley 18/2007 es bien clara respecto a la diferencia de tareas de ambos órganos. A pesar de ello, si se consuma el intento, PSOE e IU gobernarán el Ente con su mayoría.
Desde la fundación de Canal Sur, el PSOE siempre impuso el nombre del director general hasta la elección de Pablo Carrasco, el ahora dimitido, que fue elegido por la mayoría absoluta del PSOE en el Parlamento andaluz, que, a pesar de todo, recuperaba su papel en el nombramiento del director general del Ente.
La propuesta del PSOE implica que, de nuevo, lo referente al gobierno de la RTVA vuelve a ser competencia del gobierno de la Junta. De hecho, el consejo de Administración ha sido convocado para aprobar un nuevo organigrama del Ente cuando esa es una de las prerrogativas del Director General. Sea quien sea el nuevo director, ya tendrá impuesto un orgnigrama decidido por PSOE e IU.
Joaquín Durán e Inés Alba, dos periodistas afines al PSOE y al grupo Prisa, serán los propuestos para asumir las riendas de Canal Sur Televisión y Canal Sur Radio, respectivamente.
El temor del PP
El temor está justificado porque todos admiten que es casi imposible que pueda consensuarse nombre alguno. De ser así y llegarse al 1 de septiembre, fecha en la que expira la vigencia del Convenio Colectivo de Canal Sur, sin acuerdo, es posible que ocurra una de estas dos cosas: o se sigue con la provisionalidad de estos nombramientos que benefician a la izquierda a pesar de ser el PP el ganador de las elecciones, o se cambia la ley y se reduce de mayoría cualificada a mayoría absoluta la necesaria para elegir al nuevo director general, con lo que saldría elegido un director a imagen y semejanza del bipartito de izquierda.