Un convoy militar español sufrió este miércoles hasta en dos ocasiones un incidente con un IED o artefacto explosivo improvisado cuando participaban con efectivos del Ejército Nacional de Afganistán en una nueva operación militar destinada a eliminar los bastiones y zonas de control talibán en la provincia de Badghis, con el objetivo de anular su capacidad de combate.
La intervención se estaba realizando en la zona de Chacable/Sapuzai, al sur de la denominada ruta Opal, unos 10 kilómetros al sureste de Moqur, localidad donde las tropas españoles mantuvieron un puesto avanzado de combate desde junio de 2010 –cuando llegaron a la zona para apoyar a los militares estadounidenses– hasta el pasado mes de marzo.
El primero de los artefactos explosivos deflagró, es decir, ardió pero no llegó a estallar, al paso de uno de los vehículos blindados que formaban parte del convoy. El segundo IED estalló una hora después al paso de un blindado antiminas RG-31. No se produjeron daños personales, aunque sí hubo daños materiales en el vehículo, cuya gravedad, todavía está pendiente de evaluar.
Según informaron fuentes militares, el blindado fue recuperado y trasladado a la base principal de las tropas españolas en la provincia, en Qala I Now, mientras que el resto de los integrantes del convoy prosiguieron con la misión que tenían encomendada, que finalizó una horas más tarde.
Las fuerzas españolas en la misión tenían estructura de compañía. Dos de las secciones de la misma, se dedicaron a asegurar el cordón exterior de las zonas que eran atacadas por el Ejército afgano, y contaron con el apoyo de los helicópteros de combate Tigre enviados al país asiático. La otra sección ha acompañado a las unidades afganas a la zona de combate por si era necesario su apoyo, mientras realizaba labores de asesoramiento al Puesto de Mando afgano.