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Aznar no descarta volver: "Cumpliré con mi conciencia, con mi partido y con mi país"

El expresidente suspende la labor de gobierno de Rajoy. Clama por "un proyecto político claro" y no descarta volver. El PP se declara conmocionado.

El expresidente suspende la labor de gobierno de Rajoy. Clama por "un proyecto político claro" y no descarta volver. El PP se declara conmocionado.
Aznar en el plató de Antena 3 | EFE

El Partido Popular contiene la respiración y se declara en estado de shock. Casi no se lo acaba de creer: "Ha dicho lo que ha dicho, ¿no?". Hasta la fecha, era un rumor con más o menos consistencia que solía recorrer de vez en cuando los círculos de poder, últimamente con más insistencia. La posibilidad de que José María Aznar regrese a la primera línea, esa opción ansiada por algunos y temida por otros entre sus propias filas, toma hoy forma: "Cumpliré con mi conciencia y con mi país".

Su entrevista en Antena3 marcó un punto de inflexión porque nunca antes había hablado tan claro. Jamás, por ejemplo, había reconocido que su relación con Mariano Rajoy, hoy presidente del Gobierno, es prácticamente nula. Que se limita a una única conversación larga y de calado desde que tomara las riendas de la Moncloa, y no se han dado más porque no le llama. Que no le gusta el ritmo y la profundidad de sus reformas, principalmente en materia económica, aproximándose al ecuador de la legislatura.

Todo ello se sabía y se comentaba en privado, pero era impensable -hasta este martes- que se hiciera de conocimiento público. Ya lo advertía su entorno en las horas previas: "No se va a callar". Y Aznar se presentó en forma de agitador de conciencias, para relegar incluso sus explicaciones sobre la presunta financiación irregular en el PP. "El presidente ha vuelto", coincidían varios cargos, declarados atónitos, y que reconocían su desconcierto ante lo que "pasará mañana". La impresión era unánime: "En estado puro" y "dejando muchas puertas abiertas".

Ésta es la frase, sin florituras: "Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país, con todas sus consecuencias, y no tenga usted ninguna duda de ello". Y las especulaciones, todas. Sólo hay una cosa clara: Rajoy comparece este miércoles en rueda de prensa en Bruselas, y se le preguntará al respecto. La expectación en el partido es máxima.

La "lánguida resignación" de Rajoy

Aznar defiende que España necesita un gran proyecto nacional frente a la "lánguida resignación" que Rajoy lo esté ofreciendo. El rejonazo a su política económica fue de impresión: "Hace falta cuidar a las clases medias de este país y bajar los impuestos", dijo. "Ahora" es "urgente" una reforma fiscal, enfatizó, en una crítica clara al que fuera su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En otras palabras: aplicar sin demora el programa electoral del PP.

En la práctica fue una enmienda a la totalidad, porque también dejó entrever que no le gusta la respuesta dada al nacionalismo más radical ni que se negocie un déficit a la carta: "Es una expresión del problema español de la segregación", afirmó con rotundidad. Sólo salvó a la Jefatura del Estado: "El futuro más brillante de España tendrá el amparo y el impulso de la Corona". Pidió "objetivos históricos renovados" y una "acción política decidida a favor de ese proyecto", y de sus palabras se deduce que nada de eso observa en el horizonte político.

El ala marianista: "Es irresponsable"

El ala más marianista habla ya de "irresponsabilidad" a la espera de que el jefe se pronuncie. El miércoles, ya admiten, será complicado para Génova. Nadie se atreve a rebatir que Aznar tiene un enorme predicamento interno y que con sus palabras conecta con buena parte de las bases: "Como votante del PP", llegó a aseverar, "me encuentro con la misma situación que millones de ellos, a los que le gustaría ver un proyecto político muy claro". Esperanza Aguirre abrió el melón recientemente.

A Rajoy le pidió más alto que nunca "que actué". Hasta el momento, le suspende en sus funciones, aunque no desvela si cree que se equivocó al nombrarle sucesor. "Ha dicho lo que tenía que decir, ni más ni menos. Ya era hora", coinciden los suyos. "Menudo chute", corroboraba un miembro de la dirección nacional. Ahora, tensa espera... le toca al presidente.

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