El maremoto político de hace ocho meses, cuando se produjo por primera vez la ruptura de la disciplina de voto, se repite. Los socialistas catalanes han salido en tromba a los pasillos del Congreso y aledaños para fijar posición respecto de las voces, como la de Alfonso Guerra, que abogan por la ruptura después de que este martes el PSC se abstuviera en la votación sobre el derecho a decidir de todos los españoles.
Su primer secretario, Pere Navarro, de visita en Madrid, convocó a los medios de comunicación en la librería Blanquerna, sede de la Generalidad en Madrid, para aseverar que "nunca votaremos en contra del derecho a decidir".
"Esta es una cuestión que evidentemente es una discrepancia que ya conocemos, por lo tanto no hay ninguna novedad. El PSOE hizo lo que tenía que hacer, probablemente, y el PSC hizo lo que tenía que hacer. Esta no es una cuestión entre el PSOE y el PSC sino entre Cataluña y España. Lo que es más importante es que estamos comprometidos con esos caminos conjuntos".
Sobre las palabras de Alfonso Guerra, que aboga por la ruptura, se limitó a decir que "no voy a comentar esas voces. Sólo oímos a los portavoces oficiales del partido. Para nosotros la única voz oficial es Alfredo Pérez Rubalcaba. A Rosa Díez la calificó de "irresponsable" por haber presentado este martes una moción parlamentaria sobre "la falacia del derecho a decidir", en palabras de la portavoz de UPyD.
Quien sí quiso responder directamente al veterano socialista Alfonso Guerra fue el diputado del PSC, Alez Sáez. En los pasillos del Congreso aseguró que se trata "de una voz del pasado, sin responsabilidad en los puestos de dirección. Creo que tampoco el PSOE está pensando en esto... creo que son otras personas las que hoy tienen que estar liderando el proyecto".