Tal día como hoy, 15 de noviembre, pero de 2012, Libertad Digital contaba en su portada la discusión entre el cantante y humorista Pablo Carbonell con varios usuarios de Twitter que lo acusaban de ser "un subvencionado". Carbonell no se tomó las críticas demasiado bien: "Podéis llamarme de la ceja, subvencionado. Como si me dicen filipino. Trabajo desde los 16 años en la calle, en bares. No tenéis p idea".
Además de esto, negó que hubiera recibido ingresos públicos: "La última vez que trabajé ‘subvencionado’ fue en TVE en la Bola de cristal. 1985. Cobraba 75.000 pesetas al mes. Comprobadlo HIJOS DE PUTA". El humorista siguió insultando a los usuarios y se estaba quejando de la situación de la cultura en España. Entonces dijo: "Mañana tengo que subir el telón de SIN PAGA NADIE ME PAGA! y el 21% para el gobierno. Voy a decírselo claro a Wert: ME CAGO EN TU PUTA MADRE".
Éste no fue el único mensaje en el que insultó al ministro. Más tarde insistió: "Ministro de cultura, señor Wert. Usted es un HIJO DE PUTA. Que descanse, CABRÓN". Pablo Carbonell llegó a publicar un tuit más dirigiéndose a la cuenta oficial del ministro en la red social: "@Jiwert Eres un HIJO DE PUTA".
Un día después, el cantante se disculpó: "Pido perdón a mis seguidores y al Sr. Wert por mi lenguaje soez de ayer. Hay mil formas de expresar la indignación y elegí la peor. #malvino". Terminó diciendo que "en otras palabras ayer mi neurona también hizo huelga".
Recientemente, en una entrevista concedida a un diario digital, Pablo Carbonell reconoció que "todos de vez en cuando tenemos la boca especialmente grande. Alguna vez he dicho una barbaridad y creo que lo que me pasa es que me olvido de mi familia, de toda la gente que a mi alrededor depende de mí. Provoco saltos al vacío. Toda declaración tiene, además, su matización". Hacía alusión a la polémica generada por el cantante independentista catalán Albert Plá, que dijo que le daba "asco ser español".
De los políticos dijo que "se han olvidado de los ciudadanos, al menos muchos de ellos porque hay de todo. Ellos van a lo suyo, reciben órdenes y aunque debería sonrojarles que los ricos sean cada vez más ricos, no les despeina nada".