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El coche fantasma y el piso de los muertos

Además de la mochila y la Kangoo, hay otras dos pruebas fundamentales: el coche Skoda Fabia y el episodio de Leganés.

La tercera de las pruebas fundamentales del caso, un coche Skoda Fabia que también apareció en Alcalá de Henares lleno de pistas que apuntaban a islamistas, no es que presente indicios de falsedad: es que el propio tribunal del 11-M terminó descartándolo, ante las abrumadoras evidencias de que era una prueba colocada.

Ese coche Skoda Fabia apareció en Alcalá de Henares tres meses después de los atentados, el 13 de junio de 2004, a muy pocos metros de donde había aparecido la furgoneta Kangoo en la propia mañana del 11-M. Y la historia oficial que se incorporó al sumario es que ese coche había sido robado en Alicante en septiembre de 2003 por un delincuente chileno, que luego se lo habría vendido en noviembre a uno de los islamistas supuestamente responsables del 11-M. Entonces, los islamistas habrían utilizado la furgoneta Kangoo y el coche Skoda Fabia para desplazarse a Alcalá de Henares con su mortífera carga de bombas en la madrugada del 11-M, dejando después abandonados allí esos dos coches.

Sin embargo, las investigaciones de El Mundo y Libertad Digital permitieron demostrar que la historia hacía aguas por todas partes.

  1. En primer lugar, resulta inverosímil que ese coche Skoda Fabia no fuera detectado en la propia mañana del 11-M, dado que se encontraba a muy pocos metros de donde apareció la furgoneta Kangoo. ¿Cómo es posible que se tardara tres meses en localizar ese segundo coche usado por los terroristas?

  2. De hecho, la policía de Alcalá de Henares "peinó" la zona alrededor de la estación de tren en los días siguientes al 11-M, para tratar de localizar otros vehículos que pudieran haber usado los terroristas. Los datos incorporados al sumario demuestran que se hicieron en esos días más de 400 consultas desde Alcalá a la base de datos de matrículas de la Policía. Ninguna de las matrículas consultadas es la del Skoda, lo que indica, con poco margen de duda, que ese Skoda Fabia no se encontraba en aquella calle de Alcalá de Henares en la mañana del 11-M. Por tanto, fue colocado en Alcalá de Henares con posterioridad al atentado.

  3. Es improbable que los islamistas compraran dicho coche en noviembre de 2003 y lo tuvieran en su poder hasta marzo de 2004, porque el coche fue denunciado en diciembre de 2003 como abandonado por un portero de la C/ Avenida de Bruselas, en Madrid, desapareciendo de aquella calle poco después de esa denuncia del portero.

  4. El delincuente chileno que supuestamente había robado el coche incurrió en numerosas contradicciones al ser llamado a declarar por el juez instructor: confundió, por ejemplo, la fecha de la supuesta venta a un islamista (ante la Policía dijo que noviembre, mientras que ante el juez dijo que octubre) y confundió incluso el color del vehículo que decía haber robado.

  5. Poco después de su declaración, aquel delincuente chileno fue expulsado de España en aplicación de la Ley de Extranjería sin permiso del juez Del Olmo, a pesar de estar imputado en la causa.

No es extraño, por tanto, que el tribunal del 11-M decidiera descartar discretamente como prueba aquel Skoda Fabia. La historia era completamente inverosímil y había demasiados indicios de que la prueba era fabricada.

¿Por qué el episodio de Leganés es una prueba falsa?

El episodio de Leganés se utilizó para terminar de convencernos a todos de que el 11-M había sido un atentado islamista. Tras ver el estallido del piso en directo en todos los telediarios, ¿a quién le quedaban dudas de que allí había muerto algún musulmán que algo tenía que ver con los cuatro trenes reventados?

Y, sin embargo, con el correr del tiempo, fue quedando claro que Leganés fue una chapucera operación de inteligencia, lo que el argot técnico denomina "un cierre de expediente", donde se dejaron demasiados flecos sin cubrir.

Vea aquí todos los cabos sueltos del episodio de Leganés

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