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Hasta 'El País' abandona a Toxo y Méndez

La prensa aprovecha el 1 de mayo para cantarle las cuarenta a los sindicatos.

El Mundo abre con una entrevista al ministro de Economía. "Hay desafección en Cataluña; estamos dispuestos a negociar", titula como si fuera un mensaje a Mas. El Mundo avisa al presidente catalán de que aproveche el momento, que el Gobierno está dispuesto a aflojar la gallina. "Es indudable, y para muestra el auxilio de 80.000 millones prestados a la autonomías y los ayuntamientos, el compromiso del ejecutivo en la solución de los problemas y aspiraciones de Cataluña. Mas debería suspender la consulta secesionista y no menospreciar este gesto". ¿Se le habrá hecho la boca agua a Mas? Tentador es.

Sobre el Día del Trabajo dice El Mundo que "CCOO y UGT denuncian la 'propaganda' del Gobierno con el empleo". "Manifestaciones en toda España por el 1 de mayo con seguimiento moderado". Dice Casimiro que "la imagen de grandes atascos y colas kilométricas en las salidas de Madrid a la misma hora que daba comienzo en la capital la manifestación del primero de mayo con una discreta participación es un síntoma de la pérdida de significado de esta jornada para una mayoría de ciudadanos (...) Los sindicatos están "en horas bajas, con la credibilidad mermada" y "muy lejos de los trabajadores". Bueno, depende, los que se fueron de puente a Bilbao los tenían muy cerca.

El País le regala al PP una encuesta para celebrar el 2 de Mayo, día de la Comunidad de Madrid. "El PP pierde la hegemonía en Madrid. La izquierda ganaría la alcaldía y UpyD sería clave en la comunidad". "El PP se desangra en Madrid", titula dramático en páginas interiores. El Día de los Sindicatos ni lo menciona en portada. Y eso que es el periódico progre por excelencia. Ni siquiera les dedica a Toxo y Méndez la apertura de su sección de Economía, sino que los castiga a la página 20. Fernando Vallespín explica por qué. "Hoy no se sabe ya bien a quién se representa en el primero de mayo ni el significado específico que haya de tener". Sois crueles.

ABC, en cambio, abre su portada con una foto de Toxo y Méndez, eso sí para atizarles una leche. "Toxo y Méndez sólo reunieron a 15.000 manifestantes en Bilbao. Malestar en las bases de UGT y CCOO por su deriva nacionalista en Cataluña". "Los sindicatos viven ajenos a la realidad", dice Rubido casi como con lastimita. "La actitud de UGT y CCOO se asemeja más a la de un partido político, centrado en criticar al gobierno, que a la de un sindicato. Si además añadimos los guiños al independentismo o a movimientos antisistema, obtenemos un panorama general de severa desorientación". Y para colmo, la corrupción. "Son demasiados los escándalos que han salpicado a las centrales sindicales sin que sus respectivas cúpulas tengan intención de depurar responsabilidades. Todo ello ha hecho descender su credibilidad a cotas abismales. Basta observar la escasa afluencia de público en las marchas de ayer para percatarse de que los españoles les han dado la espalda". Carlos Herrera cree que "puede que sean considerados parte del sistema". ¿Toxo y Méndez? No hombre, Carlos quién va a pensar eso. "Muchos trabajadores están convencidos de que todos los que protagonizan la vida sindical no han dado un palo al agua en su vida". ¿Toxo y Méndez? No hombre, Carlos si se les nota a la legua las manos encallecidas.

Hermann Tertsch le echa la bronca a Pere Navarro por llorica. "Ahora se queja el PSC nada menos que de un tortazo a su líder. El partido entusiasta del cordón sanitario, del Tinell, de los notarios, de los acosos a sedes del PP, se queja ahora de que se le fue la mano a una fanática de las que ha ayudado a fabricar (…) Alimentan la jauría y creen tenerla siempre de su lado, bien domesticada (...) Lo malo es que la jauría tiene vida propia". Como Frankenstein.

La Razón está muy, pero que muy alarmada. "Sube la tensión en Cataluña. Atacan sedes del PP y pintan una diana en una del PSC". Marhueda se pone serio. "Solo desde la miopía más interesada se puede negar que el proceso separatista catalán está causando una grave división social en Cataluña, que tiene su expresión más plástica en el incremento de las agresiones a personas y entidades que no comulgan con el proyecto independentista. Esta escalada de la tensión se produce en medio del silencio culpable de los poderes públicos y, también de unos medios de comunicación regionales que infravaloran sistemáticamente unos actos que adquieren el aspecto inequívoco de la violencia de persecución". ¡Atiza! Qué miedo.

El periódico de Planeta sí que menciona el 1 de mayo en su portada. "La auténtica manifestación del 1 de mayo: cuatro horas de atasco para llegar a la playa", dice chistoso.

La Vanguardia cuenta, sin embargo, que en Cataluña los sindicatos llenaron. "Manifestación masiva en Barcelona". Es que allí no es puente. O que no aguantaban más tiempo sin sacar la bandera independentista.

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