Según cuenta este viernes El Mundo, el inspector José María Ballesteros, la persona que entregó el móvil a Joseba Elosúa en el polémico chivatazo a ETA, ha sido prejubilado un mes después de que el policía lo solicitara. Ballesteros solicitó el indulto el pasado 20 de julio después de que el Supremo confirmara la condena de la Audiencia Nacional por revelación de secretos que suponía para él, entre otras cosas, cuatro años de inhabilitación.
Un día después, según las fuentes que cita El Mundo, Ballesteros solicitó la baja médica y a la semana emprendió el proceso para reclamar su jubilación por incapacidad permanente. Alegaba, con informes médicos, alteraciones psicofísicas que le impedirían continuar con su labor de policía. El día 30 fue recibido por el tribunal médico, que determinó su "incapacidad total para desempeñar las funciones en la Policía Nacional". El 1 de agosto, se gestionó su propuesta de jubiliación y unos días después fue tramitada y aprobada.
Las fuentes de El Mundo destacan la celeridad del proceso, que supone el bilindaje de la pensión del policía, sin que le afecten los cuatro años que hubiera estado separado del Cuerpo. Enrique Pamiés, el otro policía condenado por el caso, no optó por la vía de solicitar la jubilación antes de que se haga efectiva su expulsión.