Jordi Pujol ha cedido a la presión y finalmente comparecerá en el Parlamento catalán para dar explicaciones por haber mantenido, durante 34 años, una fortuna en el extranjero oculta al fisco, según explica este viernes El País. Pujol ha llegado a "la convicción personal"de que debe rendir cuentas, de forma extensa, ante la sociedad catalana.
Una de las razones por las que el expresidente catalán ha tomado esta decisión han sido las presiones que los grupos de la Cámara autónoma han ejercido para que comparezca allí, en especial, las de CDC, que en los últimos días había redoblado los esfuerzos para conseguir un gesto de transparencia de quien fue su fundador.
Fue el pasado martes cuando el Pujol recibió la visita de un dirigente de la formación nacionalista que le instó a acudir al Parlamento catalán por el bien de su imagen pública y, también, por el bien del partido.
Pujol está dispuesto a dar una "respuesta de fondo" a los diputados tras su confesión de julio. Su defensa de las instituciones de autogobierno ha influido en su "convicción" de acudir al Legislativo autónomo, añade El País.
Relaciones deterioradas
Finalmente el expresidente dará la cara, pero las relaciones entre Convergencia y el clan Pujol se han deteriorado gravemente en las últimas semanas debido, en parte, a la estrategia de defensa familiar. Los Pujol quieren evitar, a toda costa, que la información sobre sus fondos en el extranjero llegue a manos de los jueces españoles. Hace unos días, presentaron en Andorra un escrito para pedir a las autoridades de ese país que no envíen datos sobre sus cuentas bancarias o productos financieros que ha solicitado la juez de Barcelona que investiga a la familia tras la querella presentada por Manos Limpias. Ponen como argumento que el desencadenante de la investigación fue, en última instancia, la filtración ilegal de unas transacciones bancarias.
Una estrategia jurídica que puede beneficiar a la familia, pero no a Convergencia, que ha apostado desde el primer día por exigir explicaciones.
En estos momentos, Pujol trabaja ya para preparar su intervención en el Parlamento catalán, en la que intentará satisfacer las demandas de los grupos sin que sus manifestaciones puedan interferir en los procesos judiciales en que está inmersa la familia.La Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento catalán aprobará la comparecencia el próximo 2 de septiembre. Podría ser posible que, ese mismo día, Pujol dé las explicaciones.