El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha anunciado este miércoles que el gran objetivo que tiene la institución en el año 2016 será el de dotar a los agentes que prestan sus servicios profesionales en las calles españolas de un chaleco antibalas que aumente su protección. Un elemento que no será de dotación, sino que rotará entre los agentes que trabajen en los diferentes turnos.
Durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde ha explicado el presupuesto con el que contará la Guardia Civil el próximo año, ha detallado que en 2015 se han adquirido 3.107 chalecos antibalas, lo que ha situado en 30.526 el número con los que cuenta actualmente el Instituto Armado. De ellos, 26.319 son de uso externo y 4.207 de uso interno.
También habrá un rejuvenecimiento del parque móvil. Las cuentas incluyen una partida presupuestaria destinada a la compra 377 nuevos vehículos (105 motocicletas y 292 coches y furgones), a los que se sumarán otros 1.000 vehículos que llegarán a la Guardia Civil a través de un contrato de renting, una modalidad que otorgará una importante movilidad a la institución.
El director de la Guardia Civil ha explicado que el Instituto Armado triplicó en 2014 el número de operaciones desarrolladas contra la corrupción en las administraciones públicas con respecto a 2011, aumentando de 113 a 34, en las que se han imputado o detenido a 618 personas. Ha reconocido también que la corrupción es "uno de los problemas más importantes" y "una de las grandes preocupaciones de los españoles".