España sigue estando en el furgón de cola en lo que a inversión en Defensa se refiere. Los últimos datos hechos públicos por la OTAN, coincidiendo con la cumbre de ministros de la materia que se celebra este jueves en la sede central de Bruselas, cifran el dinero que nuestro país va a destinar en 2017 a Defensa en el 0,92 por ciento del PIB nacional. De este modo, será el tercer país de los 29 (uno más tras la reciente incorporación de Montenegro) que menos invierta, superando únicamente a Bélgica y Luxemburgo.
La estimación realizada por la organización supranacional sólo otorga un crecimiento de la inversión del 0,01 por ciento del PIB sobre la cifra definitiva de 2016. Un hecho absolutamente normal teniendo en cuenta que el presupuesto del ministerio que dirige María Dolores de Cospedal no ha crecido de manera real en el nuevo año, pese al maquillaje que suponía el falso aumento que producía la inclusión del pago de los Programas Especiales de Armamento (PEAs) en sus cuentas.
Esta cifra del 0,92 por ciento del PIB en inversión en Defensa sitúa a España todavía muy lejos del compromiso adquirido en la cumbre de Gales de 2014 de invertir al menos el 2 por ciento del PIB nacional en materia de Defensa en una década. Un compromiso impulsado por la administración norteamericana de Barack Obama y que incluso parece ser insuficiente para Donald Trump, nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Los datos hechos públicos por la OTAN sitúan solo a 6 países cumpliendo en estos momentos la cifra comprometida de inversión. Se trata de Estados Unidos (3,58%), Grecia (2,32%), Estonia (2,14%), Reino Unido (2,14%), Rumanía (2,02%) y Polonia (2,01%). Relativamente cerca se encuentran Francia (1,79%), Lituania (1,77%), Letonia (1,70%). El furgón de cola lo forman los países que invierten por debajo del 1%: España (0,92%), Bélgica (0,91%) y Luxemburgo (0,44%).
Mejor situada se encuentra España en otro de los compromisos adquiridos en la Cumbre de Gales de 2014, que al menos el 20 por ciento de la inversión en Defensa esté destinado a la compra de nuevos materiales. Pese a que tampoco cumple con este requisito, nuestro país se sitúa en el puesto 15 de 29 dedicando un 19,31 del presupuesto a esta materia, a escasos 0,7 puntos porcentuales de acercarse al objetivo.
Nuestro país también se encuentra en la parte media-baja de la tabla que valora el gasto medio que cada contribuyente nacional realiza a la Defensa. Cada español aporta tan solo 299 dolares anuales al presupuesto de Defensa nacional, muy lejos de los 1.887 dólares anuales de cada estadounidense, los 1.421 dólares anuales de cada noruego, los 897 dólares anuales de cada británico, los 761 dólares anuales de cada francés o los 718 dólales anuales de cada danés.
Contratos conjuntos: aeronaves marítimas y munición
La cumbre de ministros de Defensa también ha servido para que diversos países, incluido España, firmen un doble compromiso en materia de armamento. El primero de ellos es la cooperación para el desarrollo de un programa y posterior adquisición de aeronaves marítimas multimisiones, con las que se puedan desarrollar misiones de reconocimiento, vigilancia, inteligencia y lucha antisubmarina. En el programan participarán también Francia, Alemania, Grecia, Italia y Turquía.
El segundo acuerdo es el de participar de forma conjunta en la que compra de municiones terrestres que han denominado como "tácticamente decisivas" y entre las que se incluyen misiles antitanque y proyectiles de artillería. El objetivo es aprovechar las posibilidad que ofrece la compra conjunta para conseguir un menor precio por unidad. En el mismo participarán España, Bélgica, Francia, Dinamarca, Grecia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y Turquía.
Fuentes militares han explicado a Libertad Digital que cada ministro de Defensa de los países participantes han firmado una carta en la que manifiestan su intención de participar en el programa pero especifican que la firma de la misiva no supone "ningún compromiso jurídicamente vinculante" para los países.