Poco antes de que comenzara el pleno del Parlamento de Cataluña que iba a contemplar la proclamación de independencia, se conoció el VII Informe sobre las regiones de la Unión Europea. De él se desprendía que casi un tercio de España se ha alejado del bienestar medio de la Unión Europea desde el año 2009. Hasta 2015 no se ha observado una cierta recuperación de la dinámica de convergencia.
Se trata de tres regiones hasta ahora consideradas regiones "en transición", que es como se llama a las que han superado el 75 por ciento del Producto Interior Bruto medio de la Unión Europea sin llegar aún al 90 por ciento. Son Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia cuyo estancamiento económico ha sido subrayado por la Comisaria de Política Regional de la UE, Corina Cretu. Extremadura no ha llegado todavía al 75 por ciento del PIB medio europeo.
La Junta de Andalucía se ha apresurado a decir que, en realidad, la culpa es de Rajoy que ha reducido la inversión pública en la región aunque temerosa de una reforma del régimen de ayudas ha procurado contrarrestar las cifras de la UE.
"Las regiones en transición están estancándose y no vemos crecimiento y empleos al margen de las inversiones que hacemos", dijo la dirigente europea al presentar el séptimo informe sobre cohesión económica, social y territorial que analiza el desarrollo de las regiones europeas y su aproximación a la media europea.
Preocupada por una retirada o revisión de unas inversiones europeas que no se muestran eficaces para la convergencia de las regiones más atrasadas, la Junta de Andalucía ha matizado que "las ayudas europeas sí que han servido para converger. Y hay más datos. La población ocupada ha subido el 82,9% en Andalucía, un 63,6% en España y un 26,3% en Europa." Esto entra en contradicción con el informe europeo que exige reformas estructurales y administrativas que mejoren su competencia, que creen empleo y aumenten la productividad.
Andalucía lleva recibiendo ayudas europeas de diferente índole, pero destinadas todas ellas a impulsar su desarrollo y lograr estar en la media de bienestar de las demás regiones desde 1986, hace, pues, 31 años en los que el gobierno andaluz ha estado siempre en manos del PSOE y el gobierno de España también ha estado en poder socialista durante 18 años.
Más de 50.000 millones no logran la convergencia
Como recuerda ABC Andalucía en un reciente informe, "es difícil encontrar una infraestructura en Andalucía que no lleve la huella de la Unión Europea (UE). Gracias a la lluvia multimillonaria de fondos comunitarios, Sevilla y Madrid quedaron conectadas a través del tren de alta velocidad, Córdoba se puso a hora y media de la Costa del Sol por autovía, se hicieron depuradoras de aguas residuales, la banda ancha se extendió por millones de hogares, se protegieron el olivar de Jaén, el vino de Jerez, la pesca de atún en Barbate. Hasta los linces ibéricos pueden permitirse el lujo de cruzar la carretera que une Almonte y El Rocío a través de un puente construido expresamente para facilitarles el tránsito por cortesía de la UE".
Más de 53.000 millones habrá recibido Andalucía en el período 1986-2020, esto es, casi el presupuesto completo de la Junta de Andalucía para dos años completos. Más que ninguna otra región española.
Como ya habían puesto de manifiesto los sucesivos artículos de Libertad Digital sobre el tema desde 2008, la ineficacia de la gestión política del PSOE andaluz no había logrado transformar la realidad económica de dependencia y atraso de Andalucía, a pesar del dinero europeo y del dinero solidario del resto de España vía fiscal y presupuestaria.
Los últimos datos revelan que la situación ha empeorado incluso con la crisis económica reciente. El PIB se ha situado en los niveles del año 2000, la riqueza media por andaluz era dos tercios de la riqueza media por europeo, dos puntos menos que hace 15 años. Tras la crisis, Andalucía es la cuarta región europea más castigada por el desempleo, sólo por delante de Extremadura en España.
35 años después del primer triunfo socialista, aproximadament4 650.000 millones de euros procedentes de los presupuestos ordinarios de la Comunidad y 50.000 millones de euros europeos, los jóvenes andaluces son europeos con pocas oportunidades para encontrar trabajo. Andalucía está en el puesto 10 del ranking de las regiones con menos empleo para los jóvenes y es la cuarta región en paro juvenil.
En 2015, Eurostat afirmaba que el empobrecimiento amenazaba al 43,2 por ciento de los andaluces, veinte puntos por encima de la media de los 28 países de la UE. El gobierno de Andalucía, según las autoridades europeas y destaca ABC, es el de peor calidad de España a la hora de aprovechar los fondos comunitarios, sólo por encima de algunas regiones del sur de Italia, Rumanía, Bulgaria y Grecia.
La gestión ha sido tan deficiente que incluso ha afectado a la formación profesional, plagada de irregularidades detectadas incluso por la UE en 2014 y que obligó a la Junta a renunciar a estos fondos en plena crisis. Además, el fracaso escolar afecta al 23,1% de sus jóvenes de entre 18 y 24 años. Supera en cuatro puntos la media nacional (19%) de 2016 y duplica el registro de la UE (10,7%).