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El tribunal alemán no ve ni rebelión ni sedición en Puigdemont y critica las pruebas "contradictorias" de España

En respuesta a una petición del fiscal, el tribunal rechaza volver a encarcelar a Puigdemont y lanza algunos dardos a la Justicia española. 

Carles Puigdemont | EFE

Aunque todavía no hay una decisión definitiva sobre la extradición a España de Carles Puigdemont, por el momento la Audiencia Territorial de Schleswig Holstein sigue en sus trece: el expresidente catalán no cometió un delito de rebelión ni tampoco un delito equivalente al de sedición.

En un auto de este martes en respuesta a una petición de la Fiscalía del pasado 9 de mayo para que el catalán volviera a la cárcel, el tribunal rechaza encarcelar a Puigdemont y se reafirma en lo que decidió el pasado 5 de abril, cuando descartó la extradición del expresidente catalán por un delito de rebelión alegando que la violencia del 1-O no tuvo fuerza suficiente para hacer "capitular" al Estado.

En su escrito, la Fiscalía había reclamado el arresto de Puigdemont aportando nuevos datos que apuntalaran tanto el delito de rebelión como el de malversación. Los jueces alemanes responden que nada ha cambiado respecto al 5 de abril y que su argumentación de entonces se mantiene intacta.

Altercados "aislados"

"Desde el punto de vista del tribunal, en el marco del proceso no ha habido ni en la base probatoria ni en la consideración jurídica de los hechos un cambio significativo que lleve a un cambio de la postura que quedó reflejada en la decisión del 5 de abril de 2018", dice. El tribunal insiste en que no se dan las condiciones para acusar a Puigdemont de un delito de alta traición, equiparable al de rebelión. "Las informaciones adicionales sobre hechos concretos no cambian nada en esto", apuntan los jueces.

Además, el tribunal cierra la puerta, por el momento, a la extradición de Puigdemont por sedición, como sugirió el juez Pablo Llarena en el escrito que envió al tribunal alemán aportando 74 vídeos sobre el 1-O.

Los magistrados afirman que no se podría atribuir a Puigdemont un delito de "perturbación del orden público", la posible equivalencia del delito de sedición en el Código Penal alemán. El argumento, que Puigdemont no llamó "expresamente" a cometer actos violentos "en un lugar y un momento determinados" y que, por tanto, no puede ser responsabilizado personalmente de dichos episodios. Dicen los jueces, que vuelven a citar el antecedente de los disturbios en los 80 contra la ampliación del aeropuerto de Frankfurt, que aunque el procesado convocó el referéndum del 1-O, no puede considerarse el responsable directo de los "altercados aislados" que se produjeron en esa jornada. Para recalcar lo "aislado" de los incidentes, subraya que hubo un total de 2.500 centros de votación.

Dardo a la Justicia española

En cuanto a la malversación, el tribunal señala que sigue estudiando la solicitud de entrega del expresidente catalán por este delito, "pese al contenido contradictorio del material suministrado por las autoridades españolas". Apunta, además, que la tipificación de este delito es "dudosa" atendiendo a la legislación alemana.

Aunque la nota de este martes se refiere exclusivamente a la petición de fiscal de que Puigdemont reingrese en la cárcel, sí da pistas claras de cuál puede ser el futuro del expresidente catalán, que continúa residiendo en Berlín con la única obligación de comparecer semanalmente ante las autoridades germanas.

El proceso aún será largo: ahora el tribunal debe contestar a una nueva petición de la Fiscalía, conocida también este martes, para que Puigdemont sea extraditado por rebelión.

El periplo alemán de Puigdemont

El expresidente catalán fue detenido el 25 de marzo pasado en una carretera alemana, tras entrar en el país por la frontera con Dinamarca procedente de Finlandia. Ese mismo día ingresó en la prisión de Neumünster. La Fiscalía respaldó en todos los puntos la petición de sus homólogos españoles, que solicitaban su extradición por rebelión y malversación de fondos, al tiempo que determinó que siguiera en la cárcel por existir riesgo de fuga.

El pasado 5 de abril, sin embargo, la Audiencia de Schleswig-Holstein desestimó el cargo de rebelión, pidió más datos sobre el de malversación de fondos y decidió dejar en libertad a Puigdemont bajo una fianza de 75.000 euros.

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