Se había convertido en un problema para el Gobierno desde que fue nombrado director del CIS. En el Palacio de la Moncloa el pasado viernes la pregunta trascendió de lo personal a lo gubernamental: "¿Considera el Gobierno que es estético que el director del CIS mantenga su puesto en Ferraz?". La portavoz, Isabel Celaá, no contestó escudándose en una cuestión personal, pero posteriormente en los corrillos fuentes de Moncloa apostaron: "Estamos convencidos de que Tezanos hará una reflexión personal".
La cuestión era cuándo. El fin de semana ha servido para reposar las reflexiones y finalmente el secretario ejecutivo de Estudios y Programas de la Comisión Federal, José Félix Tezanos, ha pedido ser suspendido en sus funciones para "dedicarse plenamente a sus nuevas responsabilidades como presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas".
Así reza el comunicado hecho público por el PSOE a primera hora de la mañana de este lunes en el que Ferraz informa que "también ha presentado su renuncia a la condición de catedrático emérito de Sociología de la UNED" tras las críticas por parte de profesionales del sector denunciando la falta de independencia del presidente del instituto público al ser dirigido por alguien de la dirección del PSOE.
El propio Tezanos, tras décadas de experiencia en su campo, mandó una carta dirigida al Secretario de Organización, José Luis Ábalos, explicando que "después de conocer en detalle las tareas y responsabilidades que implica la Presidencia del CIS, y sopesar las diferentes opiniones y criterios" entiende que "en estos momentos debo dedicar mis esfuerzos y dedicación primordial a intentar realizar bien esta tarea garantizando y apoyando el buen hacer y la acreditada profesionalidad de los excelentes técnicos y personal del CIS, que siempre han sido la mejor garantía de su imparcialidad, rigor científico y credibilidad" así como para "preservar la buena imagen del CIS y su reputación institucional".
El, hasta el momento, secretario de Estudios y Programas de la CEF insiste también en su "compromiso de trabajar en el Centro de Investigaciones Sociológicas de acuerdo a los más estrictos criterios propios de la deontología profesional y el rigor científico", como ha hecho a lo largo de su vida profesional con el máximo número de sexenios de investigación que es posible en un catedrático universitario, "habiendo acreditado a lo largo de mi vida laboral mi vocación y capacidad para trabajar de manera imparcial y objetiva" con personas de diferentes ideologías.