Ciudadanos ya no está descabezado. Tras la dimisión de Albert Rivera el 11 de noviembre, como consecuencia del batacazo en las elecciones del 10N, el Consejo General del partido naranja designaba este sábado por amplia mayoría en Madrid a la gestora que dirigirá al partido hasta su quinto congreso extraordinario, que tendrá lugar el 15 de marzo, donde Inés Arrimadas será elegida formalmente presidenta.
La gestora, aprobada con apenas cinco votos en contra y seis abstenciones, estará presidida, como establecen los estatutos, por el presidente del Consejo General, Manuel García Bofill, un dirigente de perfil público discreto, pero el hombre fuerte será, como secretario general, José Manuel Villegas, quien rendirá así su último servicio al partido al que pertenece desde su fundación en 2006, tras haber anunciado que se retira de la vida política, uniendo su destino así al de Rivera.
La portavoz de esta dirección interina será Melisa Rodríguez, quien el 10-N perdía su escaño por Tenerife y quien había ejercido como portavoz adjunta del grupo naranja en el Congreso. En declaraciones a la prensa tras el Consejo General, Rodríguez aseguraba que la misión de la gestora será "hacer una transición ordenada hacia la próxima Asamblea General, en la cuál los afiliados tomarán la voz".
Antes de ese cónclave, todos los militantes podrán optar en unas primarias por el sucesor de Rivera y su equipo, siempre que haya alguna candidatura alternativa a la de Arrimadas, lo que parece cada vez menos probable.
Tensión entre Igea y Carrizosa
Durante la reunión del máximo órgano entre congresos, celebrada a puerta cerrada, el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, se manifestaba como la voz más crítica, afeando que no se hubiera debatido el equipo de la gestora, elaborado formalmente por Bofill, y que no se hubiera permitido el voto en urna. Fuentes de la gestora aseguran que nadie pidió el voto secreto, algo que puede salir adelante si lo piden un quinto de los consejeros.
A Igea, que pedía cuidar las formas de cara al exterior, le daba réplica el portavoz en Cataluña Carlos Carrizosa, quien según varios de los asistentes blandía la historia del partido contra el nacionalismo catalán como argumento de autoridad.
Entre ambos tenía lugar el momento más tenso de la reunión, si bien a la salida Igea se mostraba cauto en sus declaraciones a los medios. "Estoy contento con la gestora" afirmaba escuetamente, al tiempo que calificaba de "líder excepcional" a Arrimadas.
Una gestora continuista sin equilibrio territorial
El resto de nombres son continuistas, incluido el jefe de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, significado este año como cabecilla del sector crítico pero que respalda plenamente a Arrimadas. La línea continuista se mantiene con Carlos Cuadrado y Fran Hervías al frente de Finanzas y Organización, si bien Hervías ya ha anunciado que no seguirá en ese puesto tras el congreso. Cualquiera de los miembros de la gestora podrá serlo, tras el congreso de marzo, de la nueva Ejecutiva.
De los dirigentes territoriales, el vicepresidente madrileño Ignacio Aguado y la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, formarán parte de la gestora como responsables, respectivamente, de Política Autonómica y de Política Local.
En cuanto a las incorporaciones, destaca como responsable de comunicación -un área que dejaba vacía Fernando de Páramo, quien también abandonaba la política en la senda de Rivera- Guillermo Díaz, diputado por Málaga y uno de los valores en alza del partido. Se trata, sin embargo, del único dirigente andaluz. Tampoco hay representantes de Castilla y León, otro de los territorios, junto a Murcia, en el que Ciudadanos gobierna con el PP.
La propia Melisa Rodríguez quitaba importancia hasta esta cuestión, sacando pecho de la filosofía organizativa de Ciudadanos: "Nunca hemos sido el PSOE o el PP, nunca hemos creído en las cuotas. Yo soy de la Comunidad Autónoma de Canarias y no me considero una cuota, ni creo que esté aquí por ello".
Entre las ausencias destacadas también están dos de los fichajes de Rivera: Edmundo Bal y Marcos de Quinto, ambos diputados. Sí está, como portavoz adjunto, otro de esos fichajes, el ex dirigente del PSOE Joan Mesquida, que el 10-N perdió su escaño por Baleares.