Las concentraciones y exhibiciones "pacíficas" del Tsunami separatista han acabado con graves disturbios en los alrededores del Camp Nou. Las barricadas de fuego han vuelto a las calles de Barcelona tras algunas semanas sin incidentes de consideración tras la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe de Estado.
Miembros de los Boixos Nois e independentistas radicales se enfrentaron antes del partido y provocaron la primera intervención de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra. Una vez comenzado el clásico, los Mossos tuvieron que hacer frente a la violencia organizada de los separatistas, que comenzaron a prender y cruzar contenedores de basura y otros elementos del mobiliario urbano.
Columnas de humo
Grandes columnas de humo en el entorno del estadio barcelonista se podían divisar desde muchos puntos de la capital catalana. El olor a plástico quemado llegaba hasta el interior del Camp Nou. Los simpatizantes del Tsunami que no tenían entrada para el partido provocaron importantes disturbios.
Lanzaron toda clase de objetos contundentes contra los policías autonómicos y bloquearon numerosas calles del entorno de las instalaciones deportivas hasta el punto de que por megafonía se instaba a salir del estadio por la zona norte, ya que en la parte sur, en la zona de Travesera de las Cortes, se estaban produciendo graves incidentes provocados por los separatistas.
La violencia se volvió a adueñar de la noche barcelonesa en las inmediaciones del Camp Nou a pesar de que Tsunami presume de ser una organización "comprometida con la no violencia". Al término del partido, el saldo ascendía ya a doce heridos.