Ciudadanos seguirá siendo, después de su V Asamblea General que tendrá lugar en marzo, y de la que salvo sorpresa mayúscula Inés Arrimadas saldrá elegida como sucesora de Albert Rivera en la presidencia del partido, un partido liberal y sin referencia alguna a la socialdemocracia que inspiraron sus fundadores hace más de una década en Cataluña. El ideario naranja, modificado en el IV Congreso de Coslada de 2017 con la oposición de un sector que encabezaba el hoy eurodiputado Jordi Cañas, no será objeto de debate, tal y como este sábado aprobaba el Consejo General, que daba luz verde al reglamento del cónclave.
Sí se discutirá sobre los estatutos del partido y sobre la estrategia, en una ponencia, esta última, que analizará el rumbo a seguir tras la dimisión el pasado 11 de noviembre de Rivera, quien aunque con matices de última hora, antes de las elecciones del 10-N, se mantuvo firme en el veto al PSOE y en la aspiración de lograr la hegemonía del centroderecha española, algo más bien quimérico, al menos a corto y medio plazo, tras el batacazo registrado en las urnas.
Una estrategia que discutió abiertamente el sector encabezado por Luis Garicano, jefe de la delegación en la Eurocámara, y que tuvo en la sonada dimisión en junio del portavoz económico, Toni Roldán, su hito más destacado, sumiendo al partido en una crisis inédita, que siguió con las renuncias, de mayor o menor intensidad, de otros dirigentes como Javier Nart, Francisco de la Torre o Xavier Pericay, el único de los fundadores del partido que mantenía un papel activo en política.
Voto telemático, pero también en urna
Otra de las novedades del reglamento, aprobado por "abrumadora mayoría" según la portavoz de la Gestora, Melisa Rodríguez, es una rectificación parcial del voto telemático. Una modalidad cada vez más discutida, fundamentalmente tras el escándalo del pucherazo en las primarias de Castilla y León, en las que tras una revisión se proclamó vencedor el hoy vicepresidente de esa comunidad, Francisco Igea.
El "sistema doble" como lo definía Rodríguez, establece que si hay peticiones para que el voto sea en urna, al menos veinticinco por provincia y siempre que representen el 5% de la afiliación, se habilitará esa posibilidad, que convivirá con la telemática, puesta en duda desde hace tiempo por muchos afiliados y objeto de procesos judiciales en curso por las primarias celebradas este 2019.
Así se votará el 7 y el 8 de marzo para la elección del presidente y su Comité Ejecutivo, siempre que haya alguna candidatura alternativa a la de Arrimadas. Quien decida retar a la favorita no tendría que presentar avales pero sí un equipo, detallando quien sería su numero dos, como también tendrá que hacer la portavoz parlamentaria, quien por tanto desvelará antes del Congreso quienes la acompañarán en la nueva cúpula naranja. Una semana después, con la nueva Ejecutiva ya elegida, se celebrará el cónclave, el fin de semana del 15 de marzo.
Después de la bronca desatada en el último Consejo General, celebrado el 30 de noviembre, la portavoz Rodríguez hablaba de "tono constructivo" y celaba que el partido sale "mas reforzado que nunca". Una valoración que no comparten varios consejos críticos, muy decepcionados por cómo se está produciendo la transición en el partido.