Sí había plan B y lo ha desvelado este martes la vicepresidenta, Carmen Calvo, en la Comisión de Reconstrucción en el Congreso. La número dos del Ejecutivo ha amenazado con que "si sus señorías no alcanzan la mayoría para que constitucionalmente podamos tener una última prórroga de la alarma, el Gobierno ordenará la legislación vigente para que, a la luz del estado de alarma, sean generadas las mínimas órdenes ministeriales con un paraguas de decreto ley para tener respuesta sanitaria hasta el final del proceso de desescalada".
Es decir, el Gobierno planea un nuevo estado de alarma a golpe de decreto si fracasa la sexta prórroga que la vicepresidenta primera ha confirmado que solicitará Pedro Sánchez este sábado.
"El Gobierno en este momento se plantea, si hay mayoría suficiente para hacerlo, una última prórroga del estado de alarma que nos permita cubrir lo que hemos denominado desescalada" con el fin de "cubrir la última fase de las cuatro —contando que la cero es la primera—, de las cuatro establecidas" hasta "los últimos días de junio" cuando se inicie la denominada fase de "nueva normalidad".
Un "instrumento" de actuación urgente para hacer frente a posibles rebrotes en el corto y medio plazo que se produciría mientras se negocia en paralelo la reforma de las leyes orgánicas de Salud Pública y Seguridad Ciudadana con el objetivo de que pudieran servir para legislar sobre el confinamiento restringiendo la libertad de circulación sin tener que recurrir a un estado de alarma.
Calvo ha hecho estas declaraciones en la primera de las comparecencias de la Comisión de Reconstrucción del Congreso en la que ha defendido la alarma como el instrumento más "garantista y riguroso" y ha apelado a la unidad de los grupos políticos ante la necesidad de actuar contra la pandemia.
"Esta es una comisión diferente, es una comisión para compartir, para participar, para reflexionar, para proponer y para concluir entre todos lo máximo posible. Es la hora de la coordinación, de la mayor unidad que podamos mantener. Es la hora de escribir la política con mayúsculas y olvidar las minúsculas", ha solemnizado en su comparecencia parlamentaria que se produce en el momento más crítico para el Gobierno hasta la fecha, en relación a la precariedad de sus alianzas políticas.