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'El País' convierte la agresión a Vox en una "reyerta"

El terrorismo callejero podemita se apodera de Madrid mientras la gente pierde la paciencia con el follón de las vacunas.

El terrorismo callejero podemita se apodera de Madrid mientras la gente pierde la paciencia con el follón de las vacunas.
Radicales atacan a Vox en Vallecas. | EFE

El Mundo

"Las autonomías presionan a Pedro Sánchez para poder vacunar con Sputnik cuanto antes". Que se olviden hasta después del 4 de mayo. Sería dar la razón a Ayuso y eso jamás. Cueste las vidas que cueste. Dice el editorial que "Darias acabará haciendo bueno a Illa, que ya es decir, porque no se puede afrontar una cuestión tan trascendental para la salud y para la economía con tan escaso rigor, tantos tumbos y tan nula capacidad para generar confianza". Y el jefe se pira a Angola.

"Ante la ineptitud de Bruselas, resultan inevitables iniciativas como la de Baviera, que ha firmado por su cuenta un contrato para adquirir viales de Sputnik cuando la EMA dé el visto bueno, lo que ha precipitado que el Gobierno de Merkel anuncie lo mismo, enmendando por la vía de los hechos la fallida compra conjunta de la UE. Y, aquí, enseguida todas las autonomías españolas se han puesto a imitar a Ayuso y a Ximo Puig y se interesan por adquisiciones propias al tiempo que urgen a Moncloa a buscar vacunas como sea, lo que deja en evidencia la falta de liderazgo de Sánchez, cuyo mitin del martes hoy se antoja una broma". Habrá que ver la cara de tontos que se les habrá puesto a los tertulianos de todas las teles que se rasgaban las vestiduras porque Ayuso buscaba vacunas debajo de las piedras.

Fernando Palmero opina sobre la agresión a Vox por parte de la ultraizquierda radical amparada por el Gobierno de Sánchez. "Es inevitable no escuchar el eco de la España de los años 30 en las refriegas dialécticas de la batalla por Madrid y en las agresiones de un grupo de exaltados antifascistas a seguidores de Vox (léase fascistas), el miércoles por la tarde en Vallecas, con la complicidad policial". Y gubernamental. No hay que olvidar que el partido de los matones está en el Gobierno de España porque los ha metido Sánchez.

Federico Jiménez Losantos dice que "el adinerado Iglesias Turrión, que, a falta de higadillos derechistas, debe de desayunar vinagre, culpó a 'Abascal y sus matones' de agredir a los pacíficos apedreadores de la Plaza de la Constitución de Vallecas, que los periodistas que copian sus gracias llaman Plaza Roja. Es mentira, o sea, es Iglesias". "Pero lo más abyecto ayer fueron los tuits de Gabilondo y Arrimadas, que ni siquiera nombraron a las víctimas para no condenar a los verdugos. Son sus socios". Son lo mismo, el PSOE señala y Podemos ejecuta.

"Pablo Iglesias solicita su indemnización como exvicepresidente: cobrará 5.316 euros al mes durante 15 meses". Y mientras, pide a su rebaño que le paguen la campaña. Es que no se priva de nada, es insaciable. El tío que clamaba contra los sueldos de los políticos. No se puede ser más sinvergüenza. Lo más flipante es que todavía hay gente que le vota. O son fanáticos o les falta un tornillo.

El País

"Las vacunas del personal esencial, en el limbo por Astrazeneca". "La Comunidad también se reunió con AstraZeneca, Pfizer y Janssen". Vamos, que mientras Sánchez hace campaña contra Ayuso con mítines en Moncloa, la presidenta madrileña se deja la piel para vacunar a los ciudadanos.

"La Junta Electoral Central exige a Ayuso que se 'abstenga' de usar la presidencia para hacer campaña". ¿Y a qué espera la JEC para exigir a Sánchez que se abstenga de usar Moncloa para hacer campaña?

La narración del ataque a Vox es de una vileza insuperable. "La reyerta contra Vox en Vallecas ensucia la campaña". Parece que los periodistas que firman la información tienen problemas con la semántica. A ver, chicos, reyerta significa "riña o enfrentamiento en que los rivales se agreden físicamente" y lo de Vallecas no fue un enfrentamiento entre rivales, fue la agresión de una jauría de perros rabiosos contra un grupo político. Si el titular es ruin, el relato es rocambolesco. "Al día siguiente de que la Policía Nacional cargara contra los manifestantes que protestaban por la celebración de un mitin de Vox, después de que su líder Santiago Abascal se encarase con ellos, el Partido Popular ha culpado este jueves a Unidas Podemos de fomentar la violencia". O sea, que según El País la jauría que agredió a pedradas a los de Vox y a la policía eran pacíficos manifestantes que protestaban, y además, el provocador fue Abascal por osar decirles algo y no dejarse lapidar como hubiera querido El País.

Y después de esta infumable información, nos viene el editorial en plan está feo pegar, y tal. "Este periódico discrepa profundamente de los planteamientos políticos de Vox, pero defiende con idéntica convicción su derecho a exponerlos en las mismas condiciones que los demás partidos y a someterlos al escrutinio de los ciudadanos. Si sus propuestas resultan erróneas o incluso peligrosas deben ser rebatidas con argumentos, pero jamás acalladas mediante la violencia, que descalifica sin paliativos a quien se vale de ella".

Dicho esto, qué remedio, "cuando Vox decidió abrir su campaña en Vallecas, donde el voto de izquierdas supera el 65%, sabía perfectamente que se trataba de un entorno menos confortable para ellos que otras zonas de Madrid". En plata, que se lo tenían merecido.

"La responsabilidad de todos los partidos es templar el debate, evitar que las diferencias dialécticas se conviertan en odios cainitas, desarmar el discurso y dejar de lanzar palabras como pedradas para evitar que las piedras puedan un día sustituir a las palabras". Aquí el responsable de alentar a los salvajes podemitas es Sánchez. Sabiendo que se trata de un partido ultra, con múltiples condenas por agresiones, cuyo ideario es el odio y la violencia contra quienes no piensan como ellos les ha dado alas metiéndolos en el Gobierno. Como dice Rosa Díez, sin Sánchez no son nada.

ABC

"Merkel apuesta por la vacuna rusa ante la falta de suministros". Hasta Merkel copia a Ayuso. Los tertulianos deben de estar al rojo vivo.

Editorializa sobre la violencia socialcomunista. "Cada vez que arranca un proceso electoral, la izquierda más radical resucita el guerracivilismo como fórmula para lograr votos" y "agita a sus votantes con mensajes falsos sobre un pretendido fascismo renacido en España", o sea, el principal mensaje de Sánchez y Gabilondo.

"Es insólito que el PSOE tilde de provocador a un partido con la misma legitimidad, autoridad moral y aval democrático que él para celebrar sus mítines en libertad, y allá donde les plazca". "No hay nada peor que invocar la libertad negándosela a los demás de manera excluyente y dictatorial, y menos aún si incitan a la violencia, la amparan o la justifican. En España solo la izquierda incendia las calles. Eso no es opinión. Es un dato. Y eso no es libertad. Es odio". Algún día el PSOE se arrepentirá de lo que ha hecho.

Luis Ventoso insiste. "Tras nuestros altercados violentos más graves siempre aparecen los mismos: radicales de ultraizquierda y fanáticos separatistas". Así que, "por favor, ahórrennos la murga de la terrible ola de ‘provocación fascista’ que nos asuela". Porque aquí quien prende fuego a las calles, quema contenedores y neumáticos, agrede a ciudadanos y policías son los socios de Sánchez.

La Razón

"El Consejo de Estado estalla: 'El Gobierno nos ningunea'". Sánchez ningunea todo lo que no contribuya a permanecer en Moncloa.

Julio Valdeón "contemplaba atónito ayer un debate en TVE". Pero Julio, cómo se te ocurre. Para ver TVE hay que estar vacunado contra el odio, la intolerancia, la mentira, el insulto, la agresión, el sectarismo, la manipulación. Yo, por ejemplo, tengo anticuerpos contra Ferreras, pero con TVE es como con la covid, no hay suficientes dosis.

Y claro, el pobre Julio se puso malo con "la idea de la democracia que criminaliza a determinadas formaciones y a sus votantes, que justifica la violencia política, blanquea las agresiones y finalmente limita los derechos de los ciudadanos. Aplauden a los gorilas que revientan mítines. Acusan a las víctimas de incitar a la violencia. Fomentan la deriva antipolítica. Acabará mal". Morirán matando. Julio, no veas TVE, es un producto altamente tóxico.

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