
La muerte de la periodista de Al Jazeera Shireen Abu Akleh de un disparo en una redada en Cisjordania ha provocado un nuevo enfrentamiento en el seno del gobierno. Desde Podemos, que acusa abiertamente a Israel, se lamentan las formas del Ministerio de Asuntos Exteriores. El departamento que dirige José Manuel Albares emitió este jueves una nota en la que España condenaba "firmemente la muerte" de la periodista y reclamaban una investigación sobre "los graves hechos acaecidos" en este "fallecimiento" así como el respeto a la libertad de prensa. Para el partido morado, sin embargo, no es suficiente.
Según informa Europa Press, el Ministerio de Derechos Sociales, al frente del cual está Ione Belarra, ha dirigido un escrito a Exteriores expresando su "rechazo" a la reacción tras lo ocurrido. Critica, entre otras cosas, que se utilicen las palabras muerte o fallecimiento en lugar de "asesinato".
Señalan que Shireen Abu Akleh fue "asesinada mediante un disparo no fortuito sino claramente intencionado que acabó de inmediato con su vida" y destacan las imágenes existentes y la postura de medios de "todo el mundo". "La calificación de 'asesinato' es la que debería prevalecer y no 'muerte' o 'fallecimiento' como hace el comunicado", continúa el comunicado incidiendo en que varias fuentes apuntan que los disparos procedían del ejército israelí. Reclama el ministerio que el crimen "no quede impune" e incluye nuevos reproches a Albares. En su opinión, Exteriores "debería haber condenado el asesinato en términos más enérgicos apuntando a los más que posibles autores de tan condenable crimen y exigiendo una investigación independiente".
Aún más lejos han ido otros cargos de Unidas Podemos. Dentro del Gobierno, el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, lo ha calificado "de un nuevo crimen de guerra de un Estado (Israel) que incumple el derecho internacional y las resoluciones de ONU".
Desde el Congreso, el diputado Joan Mena ha registrado varias preguntas para reclamar una queja diplomática al Gobierno ante Israel, mientras Gerardo Pisarello tachaba de "error" la reacción de Exteriores: "Las muertes no se condenan".
