
Pedro Sánchez no quiere noticias que puedan alterar su recta final electoral. Por ello, los agentes de la Policía Nacional ya cuentan con órdenes claras -pero, eso sí, verbales- de que deben realizar identificaciones y filiaciones a discreción de las bandas latinas y de los miembros de estos grupos, ahora denominados "juveniles", para "no estigmatizar". Porque la imagen en la retina de los votantes de sus ciudades debe llevarles a pensar que la seguridad es absoluta gracias a Sánchez. Incluso con pérdidas récord de poder adquisitivo y los precios disparados.
El Gobierno y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska han dado instrucciones concretas a los policías nacionales para llevar a cabo dos encargos. El primero, una identificación a discreción de grupos con aspecto de banda latina y un peinado de los perfiles de sus integrantes. El objetivo es doble: tener un perfil de potenciales sospechosos en las bandas y dejar la impronta en los grupos delincuenciales de que la Policía los tiene filiados.
El segundo encargo del Gobierno y, en concreto, del Ministro del Interior, es más estético. Y es que han ordenado a los agentes que no llamen "latinas" a las bandas, ahora rebautizadas como "juveniles". Según esas indicaciones, la denominación "latina" lleva implícita una calificación racista y estigmatizadora que debe evitarse. Lo más llamativo es que buena parte de la documentación sigue llevando el siguiente nombre: "Operación Hispano". Ni siquiera "latina". "Hispano", sin rodeos.
Pero, pese a ello, las órdenes que reciben los policías subrayan con claridad que las actuaciones de filiación de los identificados deben realizarse bajo nombre de operaciones contra las "bandas juveniles".
En algunos de esos documentos de actuación policial se pueden leer párrafos indicando que "la presente orden tiene como finalidad el establecimiento de una actuación operativa puntual, si bien encartada dentro de la conocida como Operación Hispano". Eso sí, en otros documentos figura igualmente el nombre de "plan de actuación contra las bandas juveniles". Es decir, que según el departamento de Grande-Marlaska, no se puede llamar "latinas" a las bandas, aunque estén compuestas por latinos. Pero, simultáneamente, el plan de acción contra esas bandas latinas o juveniles sí puede ser denominado como Operación Hispano. Por si había alguna duda.
Esas ordenes especifican los "objetivos generales de la actuación". Y, entre ellos, se puede leer, el de "detectar la presencia de los Integrantes de los grupos en los establecimientos seleccionados, procediendo a su identificación selectiva, y cacheo" y "recabar y aportar información sobre los puntos de venta de droga que los grupos tienen establecidos, que los sustentan económicamente". Los lugares objetivo de las operaciones han sido "seleccionados al existir Informaciones de inteligencia, fundamentalmente provenientes de la Brigada Provincial de Información, que aluden a que en los mismos o en sus proximidades se reúnen integrantes de los mencionados grupos juveniles".
Pero, sea como sea, lo cierto es que Sánchez y Grande-Marlaska no quieren llegar a las elecciones con estas bandas operativas: las quieren controladas y fichadas.

