La ex amiga del anterior monarca Juan Carlos I, Corinna Larsen, ha modificado la demanda por acoso que interpuso contra el emérito en el año 2020 en Londres para excluir al Centro Nacional de Inteligencia y centrarse en su único objetivo de no tener que devolver los 64,8 millones de euros que Juan Carlos le transfirió en el año 2012. Larsen excluye así cualquier participación del CNI en los hechos, según informa El Mundo.
La denuncia de la amiga del Rey Juan Carlos se presentó ante el Alto Tribunal de Justicia británico y en ella la empresaria alemana acusaba a los servicios de inteligencia españoles de haberla espiado a ella y a su entorno por orden del anterior rey y del entonces director del CNI, Félix Sanz. Larsen pedía, entre otras cosas, una orden de alejamiento para el Rey Juan Carlos, pese a que este ya residía en Abu Dabi.
En opinión de Larsen, y según consta en la denuncia, el CNI la acosaba porque "representaba un riesgo para la seguridad, era una representante de Rusia" y estaba intentando "chantajear a la Familia Real".
Según su última versión, el ex Rey y Félix Sanz Roldán habrían actuado por su cuenta y riesgo y a título personal. Juan Carlos como un ciudadano cualquiera y Roldán en calidad de amigo, algo que influiría en el debate que se está produciendo en Londres en torno a la inmunidad del anterior jefe del Estado español. El pasado 18 de julio, el Tribunal de Apelaciones de Londres permitió a Don Juan Carlos recurrir la decisión previa de un juez de investigar la demanda de Larsen bajo la premisa de que el Emérito no tiene inmunidad en el caso, cuenta El Mundo. La eliminación de toda referencia al CNI exime además al Estado español de cualquier responsabilidad en el caso.
Lo que busca Larsen es no tener que devolver los 64,8 millones que recibió de Don Juan Carlos, un regalo del rey de Arabia Saudí al Emérito. Según la versión de la alemana, su negativa a devolver el dinero habría sido el motivo del supuesto acoso.
Pese a que esa cantidad fue investigada por la Fiscalía de Suiza, no se encontró ninguna relación con el pago de comisiones en la adjudicación a empresas españolas de las obras del AVE a La Meca. Corinna insiste en que se trataba de un obsequio personal que el Emérito le hizo como prueba de su amor y no tiene por qué devolverlo ni lo podrán reclamar sus herederos.
La ley española establece que dos tercios de la herencia se destinarán a los herederos directos, por lo que la donación podría ser el origen de nuevas querellas. Como se recordará, el Rey Felipe VI renunció en 2020 a la herencia de su padre, pero las infantas Elena y Cristina no lo han hecho y, si algún día decidieran reclamar, Larsen podría tener que devolver parte de los fondos. Y eso es lo que la ex amiga de don Juan Carlos pretende evitar a viento y marea.