Los test para controlar el consumo de drogas de los conductores ha sido durante la última década una de las medidas estrellas de la Dirección General de Tráfico (DGT) para vigilar las condiciones en las que se circula por las carreteras españolas. Durante los últimos cinco años se han venido haciendo más de 125.000 de estos controles de forma anual para tratar de que nadie conduzca bajo los efectivos de sustancias estupefacientes.
La situación, sin embargo, ha cambiado drásticamente durante este año 2022. La DGT ha remitido poquísimos test antidroga a los efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, y el número de controles de drogas que se están haciendo ha disminuido notablemente y va a caer en picado en lo que queda de año. Así se puede comprobar comparando algunos datos sobre los realizados en 2021 y los que se han hecho en las mismas fechas durante este año.
Durante el año 2021, según datos del propio Gobierno, se realizaron 123.211 controles de drogas en toda España (salvo Cataluña y País Vasco, donde se encargan las policías autonómicas). De ellos, casi 50.000 se realizaron en los primeros seis meses del año, ya que se dejaron un buen número para las campañas de verano y Navidad. Este 2022, en esos mismos primeros seis meses, se han hecho 48.000, pero casi la mitad de ellos fueron en enero (11.593 test) y de febrero (12.236 test).
El problema llega ahora, debido a que casi no quedan kits para realizar. Este hecho ya lo anticipó el pasado mes de junio la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), una de las asociaciones profesionales con representación en el Consejo del Instituto Armado, que vinculó entonces el aumento de los accidentes en la carretera al hecho de que entre abril y junio se redujeran de forma tajante el número de controles preventivos en las carreteras por falta de test.
De hecho, según datos facilitados por el Gobierno a la diputada del PP Ana Vázquez, después de registrar varias preguntas en el Congreso de los Diputados, la situación es muy complicada en toda la geografía nacional. Con datos del 7 de octubre pasado, en España ya había una provincia en la que la Guardia Civil de Tráfico no tenía ni un sola prueba antidroga disponible, y en otras 16 el número de unidades disponibles era menor al centenar.
La situación más dramática está en Cuenca, donde ya no se van a poder realizar más controles de drogas a los conductores este año porque no quedan kits. Una situación muy parecida se da en otras provincias como Albacete (2 test disponibles), Ciudad Real (4 pruebas disponibles) o Guadalajara (5 test disponibles). Está claro que la situación de Castilla La Mancha en este sentido es totalmente insostenible (en Toledo quedaban a 7 de octubre un total de 103 test antidrogas).
Las otras 13 provincias en las que quedan menos de 100 unidades de estos test son Orense (31 disponibles) Jaén (47 test), Segovia (47 pruebas), La Coruña (57 disponibles), Cantabria (60 test), Lugo (72 pruebas), Palencia (75 disponibles), La Rioja (82 test), Navarra (85 pruebas), Ávila (86 disponibles), Salamanca (88 test), Teruel (96 pruebas) y Valladolid (97 disponibles).
La gravedad del problema puede verse también con los datos de la provincias que más test disponibles para control de drogas tenían a 7 de octubre. Se trata de Madrid, con 727 pruebas. Según los datos del propio Gobierno, en 2021 se realizaron en la región en el último trimestre del año un total de 3.796 pruebas de drogas. Es decir, que al ritmo del año pasado en Madrid podrían quedarse sin test para los meses de noviembre y diciembre.
Ante esta situación, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han recibido la instrucción en varias provincias de realizar únicamente las pruebas de alcoholemia durante los controles preventivos que se realizan en las carreteras y guardar los test de drogas para situaciones excepcionales, como cuando se han producido accidentes de circulación o cuando un conductor ha cometido una infracción grave y presenta síntomas compatibles con el consumo de drogas.