
Jesús P. se ha venido abajo y ha terminado confesando que mató a Juana Canal y la enterró en la finca de Navalacruz en la que se han encontrado sus huesos, según informa EFE citando fuentes de la investigación. Aunque las informaciones que circulan en este momento son contradictorias. Fuentes policiales consultadas por LD, aseguran que la versión ofrecida por el arrestado -al menos inicialmente- es que se encontró a su pareja muerta en la que casa que compartían en Ciudad Lineal , se asustó y decidió ocultar el cadáver.
Todo apunta a que en un primer momento habría ofrecido este edulcorado relato de los hechos y que -cuando se ha visto acorralado- también ha confirmado ser el autor del crimen. En cualquier caso, la confesión se ha producido este jueves durante los registros practicados por los agentes, en los que ha estado presente el detenido. El que fuera novio de Juani -como la conocían sus allegados- en el momento de su desaparición en 2003, fue detenido ayer fruto de las últimas pesquisas ordenadas por el Juzgado de Ávila, encargado el caso a raíz del hallazgo de un fémur y un trozo del cráneo de la víctima en 2019.
Entre ellas, un pinchazo telefónico autorizado por el juez y que ha llevado hasta su arresto. Según las escuchas de las conversaciones del acusado, Jesús habría contado con la colaboración de un cómplice o encubridor que estaría al tanto del crimen y podría haberle ayudado a trasladar el cadáver desde la vivienda que compartía con Juana en la Calle Boldano hasta el paraje en el que -ha admitido- ocultó su cuerpo, en una zona boscosa del municipio abulense.
Allí se encontraron más restos óseos la semana pasada, a partir del dispositivo especial puesto en marcha por la Policía Nacional y la Guardia Civil de Ávila. "Creen que está casi todo", adelantó la hermana mayor de la víctima -Carmen- en declaraciones a LD. Desde entonces, la familia esperaba que se encontrara algún vestigio que llevara a los agentes hasta Jesús, o que éste "cometiera alguna torpeza" que terminara delatándole.
De las conversaciones se desprende que él no esperaba que pasado tanto tiempo pudieran pillarle. Cabe recordar que el caso hubiera prescrito el próximo mes de febrero, de no haberse hallado nuevas pruebas. La confesión de Jesús pone la cartas sobre la mesa y ya sólo queda atar algunos hilos para que por fin se haga justicia. Ni si quiera el cambio radical de vida que ha experimentado le ha servido para salir impune. Se prevé que pase a disposición judicial este viernes.
El único sospechoso
Jesús siempre fue el principal sospechoso. Tampoco ha habido otro. El día en que a Juani se le pierde el rastro, el 22 de febrero de 2003, ellos habían tenido una fuerte discusión. Así lo aseguró él mismo, que dejó una nota al hijo mayor de su pareja, que esa noche no había dormido en casa, explicándole lo que había ocurrido. El texto señalaba además que su madre se había marchado y que él había decidido salir a buscarla.
En un principio, se pensó incluso en la posibilidad de la vecina de Ciudad Lineal pudiera haber desaparecido voluntariamente. Pero a su familia, conocedora de su profundo amor por sus hijos, no les cuadraba que se hubiera ido de esta manera. Tampoco se había llevado el bolso o la cartera con la documentación. Era todo muy extraño. Pero los medios que los investigadores tenían en ese momento tampoco les permitieron llegar más lejos, reconoce la propia Carmen Canal -hermana mayor de la víctima- para LD.
El comportamiento de Jesús llamó la atención de los agentes y los seres queridos de Juani desde su desaparición. No se mostró colaborativo con la investigación y dio un giro a su vida de 180º. Cambió de profesión, de residencia y de pareja de un plumazo. De hecho, a los cuatro meses ya estaba casado con otra mujer. Según reza en su perfil de Facebook, contrajeron matrimonio el 8 de junio de 2003.


