Tras conocer que Pedro Sánchez va a reformar el delito de sedición para beneficiar a los separatistas, la dirigente de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha pedido al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que presente una moción de censura contra el presidente del Gobierno.
Desde el PP su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha respondido a esta oferta cargando contra la líder naranja: "En estos momentos, el Partido Popular lo que hace es, única y exclusivamente, una valoración sobre lo que estamos hablando y no entramos en otro tipo de aspectos", comenzaba la número dos del PP para después añadir: "La señora Arrimadas, si quería, podría haberse quedado en Cataluña y podría haberse incluso presentado como presidenta de la Generalidad en una investidura".
Aunque le han preguntado hasta cuatro veces por la moción de censura, Gamarra se ha limitado a insistir en que no era el momento para hablar de ello. Pero, ¿podría servir de algo la moción que pide Arrimadas?
Desde Ciudadanos consideran que, aunque sería prácticamente imposible ganarla, sí que ayudaría a dilatar los tiempos y a poner en un aprieto a Sánchez más cerca de las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo.
Más cerca de las elecciones de mayo
Explican que "Sánchez quiere que la eliminación del delito de sedición se apruebe rápido y pueda pasar esta página con margen suficiente para las elecciones de mayo. La moción de censura congelaría la actividad parlamentaria ahora para poderse debatir y votar. Mientras PSOE-Podemos quieren tramitar esto de tapadillo y a marchas forzadas, ese debate en el pleno brindaría a los españoles un debate con luz y taquígrafos sobre este acuerdo bochornoso con el separatismo".
Además, añaden "esto obligaría a PSOE y Podemos a llevar su reforma al menos a febrero, ya que enero es inhábil parlamentariamente, lo que ayudaría a que todos los españoles tengan muy presente en la cita de mayo con las urnas qué tipo de atropellos está perpetrando Pedro Sánchez".
Además, a todo esto se suma que en Ciudadanos lo consideran "no solo una obligación moral por parte de la oposición ante el atropello que está cometiendo Sánchez, sino que además es la herramienta política que permite a la oposición cumplir con su deber de frenar e impedir que se consume con inmediatez este ataque a la democracia española sin precedentes".