El Congreso de los Diputados aprobó este jueves la proposición de ley para eliminar la sedición, reducir la malversación y cambiar las mayorías del CGPJ y el TC, a través de dos enmiendas recurridas por Partido Popular y Vox en el Constitucional. El PP se negó a votar al considerar que no debería haberse celebrado el pleno ya que siguen esperando la decisión del TC.
Con 249 votos emitidos, 184 síes, 64 en contra y una abstención, la iniciativa salió adelante y deberá ser debatida el jueves de la próxima semana en el Senado, salvo intervención del Tribunal Constitucional. La sesión tuvo lugar sin la presencia del presidente, Pedro Sánchez, que se encuentra de viaje en Bruselas para asistir al Consejo Europeo.
Debate bronco
La decisión del Tribunal de Garantías de aplazar hasta el próximo lunes la deliberación sobre el recurso de amparo del PP para que se suspenda la reforma, marcó un debate muy bronco con acusaciones de golpismo a los jueces y a la oposición, que evidenciaron más que nunca la división existente entre derecha e izquierda.
La creciente tensión política y el enfrentamiento entre diputados alcanzó este jueves niveles nunca vistos hasta ahora, a pesar de los duros debates que se han celebrado esta legislatura. Una sesión que se celebró por decisión de la presidenta de las Cortes, Meritxel Batet, que mantuvo el Pleno pese a la petición de PP, Vox y Cs para que suspendiera hasta conocer la decisión del TC.
Conocida su negativa, los diputados de Vox decidían abandonar el hemiciclo en señal de protesta por la decisión. Santiago Abascal explicaba después fuera, en el Escritorio del Congreso, que no iban a participar en lo que consideran un "golpe de Estado" instigado por el propio Pedro Sánchez.
El momento más tenso
Mientras Vox acusaba de golpismo al Gobierno fuera del hemiciclo, dentro el PSOE se dirigía en los mismos términos al PP, al que comparaba con los golpistas 23F obviando, ocmo recordaba la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, que fue un gobierno de centroderecha, el de la UCD, el que lo padeció.
El exportavoz de la Ejecutiva socialista, Felipe Sicilia, acusó a la derecha de dar un golpe de Estado con sus recursos al Constitucional. "La democracia en nuestro país solo ha estado en peligro con la derecha. Tejero era de derechas. Hace 41 años, la derecha quiso parar un pleno también. Lo hizo con tricornios. Quisieron parar el pleno y la democracia con tricornios y hoy han querido hacerlo con togas", aseguró.
Ante las palabras de Sicilia, Cuca Gamarra pidió el turno para acusar a los socialistas "querer reescribir la historia democrática de nuestro país" y denunciar la "vergüenza" que sentirían "tantos socialistas que se sentaban en esa bancada al oír lo que ustedes acaban de decir hoy".
La derecha, encendida
Lo hacía después de protagonizar un duro discurso desde la tribuna de oradores en el que cargó contra la ausencia de Pedro Sánchez al que llamó "cobarde". Gamarra cargó contra la reforma y acusó a los socialistas de "pasarse al otro lado" porque están cumpliendo con todas las exigencias separatistas.
Desde Vox, Javier Ortega Smith calificó el Pleno de "fraudulento" al entender que se celebraba en un "clima de amenaza de la extrema izquierda" y avisó de que el TC "pasará a ser el Tribunal gubernamental del Gobierno de Sánchez", si el Gobierno consuma su ambición. "Hoy es la muerte o desaparición de facto de la división de poderes", denunció.
La portavoz de Cs, Inés Arrimadas, era la primera en tomar la palabra desde la tribuna de oradores para denunciar que la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, se estaba comportando como la presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, en 2017. Denunció también que se estaban cometiendo irregularidades en una ley que se ha tramitado sin comparecencias, por trámite de urgencia y con enmiendas que nada tienen que ver con el texto original.
Izquierda y separatistas refuerzan su frente común
Los partidos de la izquierda exhibieron más que nunca su alineación, llegando casi a plagiar extractos de sus discursos, como ocurría con el pronunciado por el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, que hacía suyo el socialista Felipe Sicilia.
El de ERC, Gabriel Rufián, hablaba también de "Tejero con toga" y aseguró a los diputados progresistas que los diputados independentistas "eran el spoiler de lo que les iba a suceder", en referencia a la actuación judicial del Estado. "Ahora van a ir a por vosotros", advirtió.