Aragonés quiere convertir la cumbre hispanofrancesa de la próxima semana en el bautismo de la presentación en sociedad de su nueva fase de construcción de la pretendida república catalana. Y no se conforma con estar presente en esa cita entre dos países. Ha exigido a Pedro Sánchez que le fabrique y permita un encuentro a solas con el presidente francés Macron para poder dar la imagen de nación en un escenario internacional.
El presidente de la Generalidad catalana ya ha conseguido el primer objetivo: colarse en una cumbre de países como si la región que gobierna fuese un país. Pero Pere Aragonès quiere más. Ve en esa reunión internacional un bandera de salida a la presentación en sociedad de su nuevo 1-O y busca un cara a cara con Macron. Y todo ello, ante la propia representación española.
La cumbre se celebra entre España y Francia el próximo 19 de enero en Barcelona. La propia portavoz del Gobierno regional, Patrícia Plaja, ha admitido que el equipo de Aragonès está manteniendo conversaciones con La Moncloa para especificar hasta qué punto va a llegar el protagonismo de la Generalidad.
Objetivamente, la única justificación a su presencia debería ser la de región anfitrión. Pero eso no es un obstáculo para Aragonès: él quiere aparentar un encuentro a dos bandas, sin Sánchez, a solas con el líder francés. Algo que los separatistas puedan vender internacionalmente como una suerte de primer reconocimiento en las relaciones con países y no con regiones.
El reconocimiento de Plaja, de hecho, ha llegado después de que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, confirmara ya una primera cesión: la invitación al presidente regional para poder asistir al encuentro entre Pedro Sánchez, y su homólogo francés, Emmanuel Macron.
Y fuentes conocedoras de ese encuentro no han tardado en señalar que esa filtración por parte de la Generalidad responde precisamente a que lo solicitado no ha sido la mera asistencia en los actos: ha sido la asistencia con un papel individual y sin la presencia del jefe del Ejecutivo de España en la escena.
La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, ya adelantó este pasado lunes que ERC pretende romper las mínimas reglas de respeto por el acto fuera de los despachos oficiales y se va a sumar a las movilizaciones independentistas convocadas contra la cumbre hispanofrancesa. Según Vilalta, su plan es "enviar un mensaje muy claro" como respuesta a las declaraciones del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en las que aseguró que el camino hacia la independencia de Cataluña se ha frenado.
"El independentismo sigue bien vivo", ha añadido en repetidas ocasiones Vilalta.
ERC presiona, de este modo, con destrozar la imagen de Sánchez en público y en un marco internacional. Porque el plan consiste en incrementar la presión en las calles si el protagonismo de Aragonès no es el reclamado por ERC. Es decir, si no consiguen un encuentro bilateral con Macron.