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La prensa de un vistazo

"Iglesias no perdona y es mal enemigo: podría quitar la presidencia a Pedro Sánchez"

Todos, salvo algún antiguo alcalde socialista perdido, dan por muerto a Pablo Iglesias.

Todos, salvo algún antiguo alcalde socialista perdido, dan por muerto a Pablo Iglesias.
Pablo Iglesias. | Europa Press

El Mundo

"Moncloa rebaja a Díaz a "la división de Vox" y le confía superar a Abascal". "Admite que moviliza a la izquierda pero descarta que pueda competir con Sánchez por la Presidencia". Qué susto se han llevado. La cosa es que eso no lo decide Moncloa, lo deciden los votantes.

Emilia Landaluce que "es difícil saber cuánto durará el efecto novedad de Yolanda Díaz", la comunista de moda. "Y si la candidata, darling mediática de tantos columnistas, se desgastará en los muchos meses que quedan hasta que se celebren las elecciones generales". Recuerda Emilia el fracaso de Errejón, al que también intentaron vender como el comunista bueno frente a Pablo Iglesias y que logro… dos escaños. "Y fue Iglesias quien colocó a la entonces desconocida Yolanda Díaz, que ahora presume de no ser de nada ni de nadie. Y tiene razón. Ella se puede quedar en nada y en nadie. No hay tanta casta guay entre el electorado y la gente no odia tanto a los viehos como el influencer extremeño que sacó al escenario".

"La política, los políticos, se parecen más a las modas de lo que pensamos". Y ahora la política de moda es la Yoli. "Todos los que están en la onda mainstream querrán a Sumar". Pero "la moda es efímera".

Ricardo Colmenero dice que "hay que reconocer que la elección como sucesora de Yolanda Díaz por parte de Pablo Iglesias ha sido todo un éxito, por más que reniegue el fundador de Podemos, quizá por su habitual modestia. Si hacemos caso a la repercusión mediática, la fundadora de Sumar ganaría las elecciones, como otrora también las ganaban en el mismo escenario virtual Pablo Iglesias o Albert Rivera". Pues ella se lo ha creído. Como se lo creyeron Pablo y Albert.

"Hay un interés por parte del PSOE en acabar con Podemos, y otro por parte del PSOE y Podemos de hacer pasar a Sumar por la marca blanca de los socialistas. Está por descubrir si ahí reside su fortaleza o su debilidad". También hay un interés general en acabar con el sanchismo, pero eso no está de moda esta semana.

Jorge Benítez dice que "a Podemos se le ve como perdedor, aunque sin ellos no habrá un nuevo gobierno de izquierdas en diciembre". Bueno, más que a Podemos a Pablo Iglesias, porque Podemos es ya Pablo, su pareja, la amiguita de su pareja y, de momento, el guarda del cortijo Echenique, que cambiará de chaqueta en cuanto vea que se queda sin escaño. "Habrá que ver qué posición toma Podemos después del 28-M y si entra en Sumar, aunque Yolanda Díaz no los quiera". Hagan sus apuestas.

"Nerviosismo, dicen, en el PSOE por el alpiste gratuito que se reparte a Yolanda Díaz. Más mediático que real. Sumar es la venganza de Pedro Sánchez contra Podemos". "En Ferraz-Moncloa sólo importa sumar con Sumar. Se está dispuesto a sacrificar 15 escaños siempre que Feijóo no gobierne". Lo bonito sería que Sumar superara al PSOE y no sumaran. Pero eso es ficción mediática, como todo lo que está pasando esta semana vacía de actualidad.

Raúl del Pozo también especula con que "los votantes del PSOE están a la izquierda de Ferraz y puede haber fuga de votos a Sumar". La inmensa mayoría de los votantes del PSOE están totalmente podemizados. Pedro Sánchez cae mal.


El País

"El PP asume el error de la telepredicadora en un mitin con Feijóo, pero se reafirma en el acercamiento a la Iglesia evangélica". Eso está bien, errar es humano. Pero eso no le vale a El País, decidido a hacerle la vida imposible a la oposición. Si pudiera, el periódico sanchista, los metería en la cárcel como en Nicaragua. "El Partido Popular, en la senda de Trump y Bolsonaro", dice un zumbado llamado Juan José Tamayo. Y sigue con una sarta de gilipolleces como que "la derecha política española y las iglesias evangélicas fundamentalistas tienen un programa similar contra el feminismo, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, la teoría de género, o el matrimonio igualitario". De verdad que a veces dan pena. O risa. Ahora resulta que los del PP son Testigos de Jehová. Pronto los meterán en alguna secta que sacrifique niños.

Y es que, como revela Carlos Cué, "El Gobierno quiere hablar de empleo y del PP y no de Podemos". Ya, majo, pero es que la guerra entre Yoli y Pablo es mucho más entretenido que la economía y el aburrido de Feijóo.

José Luis Sastre habla de Podemos sin mencionarlos. "Está el rencor. El rencor y el despecho. Y la vanidad. Eso: el rencor y la vanidad y el despecho. Está el ego, y una concepción aún masculinizada del mundo y del poder. Eso también. Está el rencor lo mismo que están el despecho y la traición o la envidia, por supuesto. Todo eso está y puede darse a la vez en varias partes. Desde luego, en un partido político. Ninguna batalla supera en fiereza a las que se libran dentro de las mismas siglas o en el mismo espacio, porque esas traen herencias familiares, que son las peores". Y no vas a decir, Cué, que estas historias no son mucho más molonas que los datos del paro o los sosos del PP. Díselo a tu jefe.

ABC

"Trump convierte su arresto en su mejor baza electoral". "Podemos exige primarias pero boicotea a la crítica que las ganó en Asturias". Eso es muy podemita. En realidad lo de las primarias es un cuento chino.

Teodoro León Gross dice que "los cálculos del PSOE parecen obvios: apostar por Yolanda es una operación de riesgo, que puede provocar fuga de votos socialistas, pero prevalece el beneficio de liquidar a Podemos". Y eso parece que lo han conseguido. "Esto es: el sanchismo no es el PSOE sino Frankenstein". A la espera de lo salga del acuerdo entre Podemos, ERC y Bildu. Dicen que Rufián odia a Yolanda. "La apuesta pasa por plantear un duelo no de partidos sino de coaliciones: PSOE-Sumar vs. PP-Vox, donde Yolanda Díaz blanquee al PSOE y Abascal tizne al PP".

"Claro que esa operación pasa por liquidar a Podemos , y es prematuro confiar en que Iglesias se rinda. Cuenta con Esquerra –Rufián ya le ha largado unas monedas de plata a Yolanda Díaz calificándola de traidora– y con Bildu. Pero a Sánchez no le preocupa todo lo que tenga que recomponer después de las elecciones: ahí venderá su alma. Ahora sólo se trata de que PP+Vox no sumen". Van a ser las elecciones más emocionantes de la democracia.

Ignacio Camacho calcula que a Yolanda, si no se convierte en otra Errejón, la votarán unas tres millones y medio de personas. "Un capital potencial de votos suficientes para disputarse con Vox el tercer puesto, que se perfila clave en la configuración del próximo Gobierno".

A Sánchez no le preocupa el movimiento de Iglesias con Rufián y Bildu. Los conoce bien. "Confía en que el pragmatismo de los independentistas ayude a jibarizar –al precio que sea– la influencia del caudillo podemita en la actual correlación de fuerzas si el escrutinio ofrece alguna posibilidad de recomponerla". Pablo, no seas ingenuo, Rufián se comerá a Yolanda si Sánchez le hace una buena oferta.

La Razón

"Podemos ignora las primarias que exige a Díaz". "El ultimátum de los morados a la líder de Sumar les estalla después de que la candidata en Asturias denuncie un plan para expulsarla". Pero que nadie se cree ya las primarias.

Marhuenda ha encontrado "la solución mágica para resolver las tribulaciones de Iglesias", "el metaverso". "Es la realidad paralela donde podrá encontrar la felicidad. No aseguro que pierda su aire bronco, pero convertirá ese mundo imaginario en la sociedad distópica perfecta donde no se encontrará a Yolanda Díaz, Errejón, Mónica García, Colau, Bescansa y tantos otros que no le ven como el gran timonel que desearía ser". "Lo que se está viviendo sería «La desolación de Iglesias», porque vive encerrado en su caverna ideológica rodeado de sus adeptos y rabioso contra el mundo porque nadie le quiere. La realidad es que todos están hartos de él. Al igual que en el rey desnudo, se han dado cuenta de que Podemos es el pasado y Sumar es el futuro", o al menos es lo que parece, porque Iglesias, Montero, Belarra y Echenique son lo único que queda de Podemos.

"Todos se han dado cuenta de que Podemos resta y que las amenazas de Iglesias son palabras vacías, porque los votos los tienen los que se reunieron este domingo para encumbrar a su enemiga Yolanda". Desde que Ayuso lo mató, a Iglesias ya no le teme nadie, aunque él se crea el puto amo en una tele que no ve ni el Tato.

Y luego está Tomás Gómez, que opina todo lo contrario. "Las discrepancias entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias le pueden llevar a Pedro Sánchez a perder la presidencia del Gobierno". "Iglesias no tiene la cabeza en reeditar acuerdos con el PSOE, sino que diseña estrategias en el escenario de que Feijóo sea presidente. Es por ello que está replegando sus fuerzas para, después, reconstruir a los morados en una hipotética derrota de PSOE y Sumar, valorando su propia vuelta a la política activa". Tomás, Iglesias está más quemado que la pipa de un indio.

"Iglesias no perdona y el intento de Díaz de ningunear su liderazgo incorporando a su coalición a los más odiados, como Errejón, ha sido determinante para que los morados den por amortizados los tiempos de una coalición de gobierno con los socialistas". "Iglesias es mal enemigo, siendo muy capaz de cortar la euforia de Yolanda Díaz en seco y amargarle el turrón a Sánchez". Pues por lo visto esta semana, Tomás, estás más perdido que el barco del arroz. Como dice Juan Ramón Lucas, Iglesias es "desde su soberbia el profesor universitario más sobrevalorado en la política nacional contemporánea". Y está noqueado. Y solo, muy solo.

En España

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