Los judíos de Barcelona están en el punto de mira semanas después de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, decidiera romper relaciones con Israel y anular los convenios de colaboración con la ciudad israelí de Tel Aviv. La Federación de Comunidades Judías de España y la Comunidad Israelita de Barcelona han informado en las últimas horas de los ataques sufridos en dos sinagogas de la capital catalana.
Se trata de pintadas intimidatorias que no han recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades. La primera de ellas se produjo el pasado 17 de abril, día de la conmemoración del Holocausto, en la Gran Sinagoga Maimónides, sede de la Comunidad Israelita de Barcelona. Y ayer miércoles, apareció otra pintada de características similares en la puerta de la Comunidad Judía Jabad Lubavitch de Barcelona. "Palestina libre del río al mar. Solidaridad con el pueblo palestino" y "Por qué matáis en Palestina" son los textos que ensuciaron fachada y pavimento de las sinagogas.
La Federación de Comunidades Judías de España y la Comunidad Israelita de Barcelona han mostrado su rotunda condena y exigen a las autoridades que condenen los hechos y detengan a sus autores. "Hasta el momento, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ni la vicepresidenta del Parlamento de Cataluña, Alba Vergès, han expresado ninguna condena contra estos ataques, ni nos han hecho llegar su solidaridad", han manifestado ambas entidades en un comunicado en el que resaltan que "atacar lugares de oración de los judíos y judías de Barcelona es un caso claro de antisemitismo. Cualquier ataque de este tipo no tiene justificación alguna e indica que los autores de la agresión están en contra de los judíos y judías de Barcelona".
Agresiones asiduas y antisemitismo creciente
Según los rectores de ambas organizaciones, el antisemitismo está creciendo en Cataluña sin que las autoridades hagan nada por frenar esos discursos de odio. David Libersohn, rabino de la Comunidad Judía Jabad Lubavitch Barcelona ha reiterado el llamamiento para que se ponga freno a la asiduas agresiones y ha destacado que "nuestro compromiso con la sociedad civil y con nuestra propia identidad como pueblo, nos llevan a fortalecernos, a tomar mayor responsabilidad y conciencia, siendo ésta nuestra contrapartida frente al agresor".
El silencio de Colau ante los ataques y amenazas a la comunidad judía contrasta con su apoyo a la comunidad musulmana, como se pudo comprobar la semana pasada con su grotesca felicitación del fin del Ramadán a través de un vídeo de Tik Tok en un comercio paquistaní.