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El caso del segundo empresario desaparecido en Manzanares, a punto de resolverse: buscan en un pozo

Los investigadores esperan encontrar sus restos en la finca señalada por un detenido por otro crimen, que ha reconocido su implicación en este.

Los investigadores esperan encontrar sus restos en la finca señalada por un detenido por otro crimen, que ha reconocido su implicación en este.
La Guardia Civil busca los restos de Jesús María González Borrajo en un pozo de Manzanares. | EFE

El asesinato de Juan Miguel Isla "puede ser solo la punta del iceberg", señalaban fuentes cercanas al caso a Libertad Digital en el mes de marzo. Una expresión que hemos escuchado varias veces desde el hallazgo del cadáver de este empresario -desaparecido desde el 22 de julio de 2022- en el pozo de una finca agrícola de Valdepeñas del corredor Antonio C. V., que se encuentra en prisión provisional desde entonces.

Siempre tuvimos la sensación de que se podría haber destapado la caja de Pandora. Era mucha coincidencia que dos vecinos de Manzanares -ambos empresarios- hubieran desaparecido en similares circunstancias en sólo tres años (en un municipio de 19.000 habitantes) y que en ambos casos el mismo intermediario fuese la última persona que había tenido contacto con ellos.

Primero desapareció Jesús María González, un empresario de máquinas tragaperras -de 55 años- del que no se sabía nada desde el 19 de junio de 2019. Después fue Juan Miguel Isla, al que se le perdió la pista el 22 de julio de 2022. La viuda del segundo -Nardy- se mostró segura en todo momento de que "ni se ha suicidado, ni se ha ido por su propio pie". Y, a la vista está, tenía razón.

La UCO halló sus restos en un pozo a mediados de marzo y detuvo a dos personas: el mediador (Antonio C. V.) con el que había quedado el día que desapareció y la persona que -como ha reconocido él mismo- le ayudó a deshacerse del cuerpo. Es precisamente su cómplice el que ahora ha puesto a los investigadores sobre la pista de dónde podrían estar el cuerpo de Jesús María González Borrajo.

Gaspar R. -así se llama- habría reconocido en sede judicial su implicación también en esta desaparición y habría querido colaborar con los investigadores con idea de rebajar su pena. Dese este miércoles, la UCO rastrea distintos lugares indicados por el detenido. Entre ellos, un pozo ubicado en una finca del término municipal de Manzanares. La previsión era que en la jornada de este jueves se sumaran efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), debido a la profundidad del mismo.

La desaparición de Jesús María

A Jesús María González Borrajo se le perdió la pista el 19 de junio de 2019. Vivía en Manzanares (Ciudad Real), aunque viajaba constantemente por motivos de negocios. Su familia era conocedora de que iba a realizar la venta de dos coches de alta gama de la marca Mercedes y que el detenido Antonio C. V. había actuado como intermediario en ambas operaciones.

El día de su desaparición, había quedado con los compradores de los vehículos y con el propio corredor. Su familia siempre sospechó que el último tenía algo que ver con su desaparición. Jesús María no tenía motivos para querer marcharse de esa manera. Además había comprado unos billetes para viajar a Paraguay próximamente, apenas unos días después de que se le perdiera el rastro.

El desaparecido y el mediador (en prisión provisional como presunto asesino de Juan Miguel Isla) colaboraban desde hacía tiempo. De hecho el empresario llegó a llevarse al segundo durante un mes a Panamá, donde tenía otros negocios. Todo apunta a que las deudas que tenía con Jesús María fueron el móvil de los hechos. A sus allegados no les consta que hiciera los pagos correspondientes a dos pagarés que encontraron en su vivienda.

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