
El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha anunciado este lunes una remodelación del gobierno autonómico en la que destaca la salida de Josep Gonzàlez-Cambray, el consejero de Enseñanza que lideró el boicot contra las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y del Tribunal Supremo que establecían un 25% de español en la enseñanza obligatoria así como el acoso a la familia de Canet de Mar (Barcelona) que logró el primer fallo sobre la aplicación de tal porcentaje.
Aragonès ha aprovechado que Oriol Junqueras ha ordenado que la consejera de Agricultura, Teresa Jordà, vaya de número dos de Gabriel Rufián en la lista de ERC para las generales del 23-J, para deshacerse de otro par de consejeros que le resultaban especialmente incómodos. Además de Gonzàlez-Cambray también ha caído el de "Territorio", Juli Fernàndez, a quien Aragonès le imputa cierta falta de habilidad en la gestión del servicio de trenes de cercanías, "Rodalies" en catalán, que opera la Generalidad en coordinación con Adif.
La sustituta de Gonzàlez-Cambray será Anna Simó, una veterana dirigente de ERC procedente de los tiempos de Joan Puigcercós y Carod Rovira. Simó fue consejera de Bienestar Social en el Tripartito presidido por Pasqual Maragall y vicepresidenta del parlamento autonómico. En cuanto a "Territorio", la consejera será Ester Capella, en la actualidad delegada del gobierno catalán en Madrid y exconsejera de Justicia en el gobierno separatista de coalición tras el golpe de Estado de 2017. La continuidad es la nota en "Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural". A Jordà le sustituye David Mascort, secretario general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
Razones de los ceses
Gonzàlez-Cambray ha sido consejero desde mayo de 2021. Más efímero ha sido aún Fernàndez, que sólo ha durado ocho meses, ya que asumió el cargo tras la ruptura entre ERC y JxCat. Jordà era consejera desde mediados de 2018. En el caso de Gonzàlez-Cambray, ha pesado en su contra la radical oposición de los sindicatos de la enseñanza, soliviantados por el escaso talante negociador del consejero y por el adelanto del curso escolar a la primera semana de septiembre. Y de nada le ha servido haber liderado las maniobras para no aplicar las sentencias del 25% de español y de haber destacado por su celo contra el idioma español en la enseñanza.
En el cese de Fernàndez ha pesado su posición en contra del llamado "cuarto cinturón", una infraestructura viaria que los socialistas impusieron a Aragonès para aprobar los últimos presupuestos autonómicos. Aragonès ha justificado todos los cambios por la "necesidad" de dar un "nuevo impulso" en el ecuador de la legislatura. A Simó le ha encargado consolidar la exclusión del español. A Capella, un especial acento en materia de vivienda social. Y al titular de Agricultura, la gestión de la sequía.

