
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha aprovechado el escándalo suscitado con su designación de Dolores Delgado en la Fiscalía de Memoria Democrática y Derechos Humanos para entregar otras 3 jefaturas del Ministerio Público a la Unión Progresista de Fiscales (UPF).
Fuentes fiscales consultadas por Libertad Digital denuncian que "las 4 jefaturas en las que había más de un candidato, incluyendo las Fiscalías de Sala de Memoria Democrática y Delitos de Odio, han recaído en la UPF durante la celebración del último Consejo Fiscal". Tal y como publicó este diario, el cambio de Gobierno tras la celebración de los próximas elecciones generales del 23 de julio desalojaría a Delgado de la Fiscalía de Memoria Democrática en apenas 3 meses.
Concretamente, la Fiscalía de Sala contra los Delitos de Odio y discriminación ha sido asignada a Miguel Ángel Aguilar, la Fiscalía Superior de las Islas Baleares a Julio Cano y la jefatura de la Fiscalía de Pontevedra para Pablo Varela, hijo del que fuera magistrado del Tribunal Supremo, Luciano Varela.
Las mismas fuentes consultadas por LD afirman que "el escándalo del nombramiento de Delgado ha tapado el resto de designaciones que han recaído en la asociación de fiscales de García Ortiz y de la propia Delgado". Ambos son amigos desde hace años y formaron parte a la vez del Consejo Fiscal como vocales de la UPF.
"Cuando Delgado era fiscal general del Estado comenzó a copar la cúpula fiscal con nombramientos de la UPF, colonizando así el Ministerio Público. Ahora, García Ortiz además de ascender y nombrar a su amiga, continúa la ‘obra’ iniciada por Delgado", añaden.
Mientras Delgado fue fiscal general del Estado nombró a García Ortiz su mano derecha como fiscal jefe de la Secretaría Técnica y además elevó a su esposa Pilar Fernández a primera categoría del Ministerio Fiscal, designándola como fiscal adscrita a la Fiscalía de Sala de Violencia sobre la Mujer.
Tras llegar el propio García Ortiz a la Fiscalía General, designó a Delgado en primer lugar fiscal de Sala de lo Militar, materializando así su ascenso salarial y laboral a la cúpula fiscal. Finalmente, ante la convocatoria de elecciones generales por parte de Pedro Sánchez y la posibilidad de que no repita en el puesto de fiscal general, se despide de su cargo nombrando a su amiga Delgado fiscal de Sala de Memoria Democrática y Derechos Humanos. Dicho nombramiento fue ratificado este martes por el Consejo de Ministros, a pesar de la incompatibilidad de que su pareja Baltasar Garzón posea un despacho de abogados y una fundación especializadas en Derechos Humanos.
Los nuevos jefes fiscales de UPF
Fiscalía de Sala contra los delitos de odio y discriminación: Miguel Ángel Aguilar García
Fiscal desde 1993, ha pasado por las Fiscalías de El Prat de Llobregat, Arenys de Mar y Barcelona, donde está destinado en la actualidad. Ha estado adscrito a los servicios especializados de Menores, Vigilancia Penitenciaria, Siniestralidad Laboral y Delincuencia Organizada y Antidroga.
Fiscalía Superior de las Islas Baleares: Julio Cano
Fiscal desde 2002, presta sus servicios en la Fiscalía balear desde 2004. Ha formado parte del servicio especial de civil y familia. Entre 2008 y 2010, fue fiscal delegado de Medio Ambiente y Urbanismo. En 2010 pasó a desempeñar sus funciones en el servicio especial Antidroga, y fue nombrado fiscal delegado de esta Fiscalía Especial en 2014. Desde 2020 es teniente fiscal de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma.
Jefatura de la Fiscalía de Pontevedra: Pablo Varela
Fiscal desde 2006. Ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera en la Fiscalía Provincial de Pontevedra. Allí ha estado adscrito a las secciones de Menores y Antidroga. Desde 2017, es fiscal delegado de la Fiscalía Especial Antidroga, sección que dirige y coordina desde entonces. Es punto de contacto de la Red de Fiscales Antidroga de Iberoamérica (RFAI).
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