
Katia Santamarta era una mujer solidaria y generosa. A tenor de lo que cuentan los vecinos de Reliegos (León), ofrecía su ayuda a todo aquel que pasaba por dificultades. Por ese motivo, era habitual que ella acogiese a personas en su vivienda. Así fue hasta que se cruzó con dos hermanos gemelos procedentes de Portugal que -presuntamente- la mataron y arrojaron su cuerpo a un pozo de su propiedad. La Guardia Civil investiga el móvil del crimen.
Las sospechas pesaban sobre los dos varones desde el principio. No se les volvió a ver por el pueblo desde que la víctima desapareció. Una amiga de la mujer puso la denuncia el pasado viernes. Se preocupó al conocer que no había acudido a trabajar (en un bar de la zona) y aún más después de no lograr contactar con ella a lo largo de toda la jornada. Se realizaron distintas batidas hasta que el sábado -pasadas las tres de la tarde- otro de sus amigos encontró el cadáver, que presentaba evidentes signos de violencia.
En ese momento comenzó la búsqueda de los hermanos portugueses, que fueron detenidos el lunes. Llevaban varias semanas viviendo con la víctima. Ella les ofreció cobijo a cambio de que le echaran una mano con su negocio de agricultura ecológica, La huertina de Reliegos. Según el testimonio de una mujer que convivió con ellos bajo el techo de Katia, los huéspedes no cumplían con su parte del acuerdo y tenían un comportamiento inadecuado. Tanto es así que se sentía incómoda en la casa y decidió marcharse.
Falsos peregrinos, con antecedentes
La Guardia Civil detuvo el pasado lunes -24 de julio- a dos hombres de nacionalidad portuguesa y 46 años de edad, en relación con el asesinato de Katia. El arresto se produjo en la localidad leonesa de San Justo de la Vega, a alrededor de 60 kilómetros de Reliegos. El municipio está próximo a Astorga, a los pies del Camino de Santiago. Un detalle importante para su plan de fuga.
Les fue sencillo pasar desapercibidos. Se hicieron pasar por peregrinos, "durante las tres etapas del Camino de Santiago" que alcanzaron a culminar. Así lo ha confirmado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, quien ha felicitado a la Guardia Civil por "la excelente labor que ha realizado".
En particular ha destacado la "audacia" de los agentes que practicaron el arresto, ya que fue lo que les llevó a sospechar desde el primer momento quiénes podían ser los responsables" y "además a tener la intuición de que iban a buscar el Camino de Santiago como manera de poder huir de la justicia por los hechos acaecidos".
Según ha detallado Barcones, los detenidos cuentan con "antecedentes contra la propiedad y las personas" por delitos que -al menos en España- no serían "graves". Aunque ha advertido de que en estos momentos están "a la espera" de que las autoridades portuguesas les informen de "los antecedentes que tuvieran en su país".
Profesionales del engaño
Los arrestados también engañaron a Katia, que les abrió las puertas de su casa y su huerta ecológica de par en par. Era conocida en la localidad por su buen carácter y su gran hospitalidad. Siempre tenía algún "invitado" en casa. Sin embargo, algo llevó a varias personas de su entorno a advertir a la mujer sobre estos portugueses.
Posiblemente ella, confiada por naturaleza, no percibió el peligro que podía suponer continuar bajo el mismo techo que ellos. O quizás -como señala una de las hipótesis que se barajan- ella vio algo que no le gustó, les pidió que se marchasen y eso fue el desencadenante del trágico desenlace.
Los sospechosos han pasado este miércoles a disposición judicial en calidad de "presuntos autores del asesinato de esta mujer de Reliegos", ha confirmado Barcones. Eso sí, no ha podido ofrecer más información al respecto "teniendo en cuenta que esta causa está bajo secreto de sumario".

