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Los aviones militares rusos obligan a los cazas españoles en el Báltico a hacer alertas de intercepción cada tres días

El Destacamento Ámbar ha tenido que realizar un total de 10 alpha scramble en su primer mes de despliegue en la base de Ämari, en Estonia.

Caza de combate Eurofighter Typhoon | Flickr Ejército del Aire

Los cazas Eurofighter Typhoon del Ejército del Aire y el Espacio desplegados en las Repúblicas Bálticas están teniendo un ritmo frenético de trabajo. Cada tres días, las alertas están sonando en los hangares de la base aérea de Ämari (Estonia) y están saliendo en misión de intercepción e identificación de aeronaves militares rusas que se aproximan o entran en el espacio aéreo de estos tres pequeños países incumpliendo las leyes internacionales de aviación.

Las cifras las ha facilitado este miércoles el capitán Franco del Ejército del Aire, que ha sido el encargado de explicarle a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, que ha visitado el contingente, cómo es el trabajo que realizan día a día en la zona. Exactamente, ha asegurado que se han realizado 10 salidas de intercepción reales o alpha scramble en su primer mes de despliegue en la zona.

El anterior dato sobre la actividad de estos cazas españoles desplegados en el Báltico se había tenido el pasado 10 de agosto, durante una videoconferencia en la sede del Ministerio de Defensa, cuando el jefe del Destacamento Ámbar –nombre que recibe el despliegue de cazas español- había explicado a la ministra en funciones que en los once primeros días de misión se había realizado dos salidas de intercepción de aeronaves militares rusos.

Las Fuerzas Armadas españoles desplegaron este destacamento en la base aérea estonia a finales del pasado mes de junio. Está compuesto por 8 cazas de combate Eurofighter Typhoon (procedentes del Ala 11 de Morón de la Frontera) y un total de 130 efectivos militares entre pilotos, mecánicos, armeros, personal médico y de apoyo logístico o económico. Estarán en la zona, bajo bandera de la OTAN, hasta el próximo mes de diciembre.

El objetivo de esta misión, de Policía Aérea en el Báltico, es proteger el espacio aéreo de las tres repúblicas bálticas, que no tienen medios suficientes para garantizarla por ellos mismos. En el momento de su integración en la Alianza Atlántica, en 2004, llegaron a un acuerdo con el organismo supranacional para que fueran otros socios de la coalición, con capacidad para ello y con carácter rotativo, quienes les garantizasen esa protección aérea.

La principal amenaza a la que se enfrentan son los cazas, bombarderos y aviones de transporte militar de la Fuerza Aeroespacial rusa. Éstos suelen violar de manera continuada el espacio aéreo de estos países cuando vuelan entre Rusia y su exclave de Kaliningrado, además de volar fuera de este espacio aéreo incumpliendo las normas internacionales de aviación, es decir, sin plan de vuelo notificado y con el transpondedor apagado.

Éste no es el único despliegue que las Fuerzas Armadas españolas tienen ahora mismo en el Báltico. En Estonia, también está desplegado un avión A400-M del Ejército del Aire y el Espacio de manera temporal, que llegó allí el pasado 15 de agosto, y que va acompañado por un contingente de 30 militares del Ala 31 de Zaragoza. A ello, se une una batería de misiles antiaéreos NASAMS, también en misión OTAN, que permanecerá en el país hasta diciembre.

Por otra parte, también hay militares españoles en Letonia. Hay unos 600 efectivos en el grupo de combate multinacional de la OTAN, que tienen entre su material asociado 6 carros de combate Leopardo 2E, 15 blindado de combate Pizarro, 15 vehículos oruga acorazados TOA, así como de otros vehículos de transporte. También hay una segunda batería antiaérea NASAMS en el país.

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