La cita es el domingo 8 de octubre a las 12:00 horas en la confluencia del paseo de Gracia con la calle Provenza de Barcelona, el punto habitual de las concentraciones constitucionalistas de los últimos años. La organización Sociedad Civil Catalana (SCC) quiere llenar las calles de la capital catalana como muestra de rechazo a unas negociaciones de investidura de Pedro Sánchez con las formaciones separatistas que contemplan una ley de amnistía para todos los separatistas condenados y acusados pendientes de juicio.
La convocatoria coincide con el sexto aniversario de la gran manifestación contra el golpe de Estado que congregó a más de un millón de personas en las calles de Barcelona y que supuso un duro revés para el gobierno separatista que dirigían el prófugo Carles Puigdemont y el indultado Oriol Junqueras. Pero no se tratará de una celebración, sino de un grito de alerta ante las pretensiones de los separatistas y la mano tendida del PSOE y Sumar a los golpistas.
Los responsables de la entidad presidida por Elda Mata consideran que la situación actual es tan grave como la acontecida en octubre de 2017. La intención de SCC es "visibilizar y dar voz a todos los ciudadanos catalanes y del resto de España que no están dispuestos a aceptar que sean objeto de negociación cuestiones que minarían los fundamentos del sistema democrático y de libertades que emanan de nuestra Constitución, refrendada por todos los españoles".
En un comunicado emitido el pasado martes, SCC invitaba a adherirse a todas aquellas asociaciones y entidades que comparten la preocupación por el deterioro democrático de España e instaba a los partidos que se dicen constitucionalistas, en velada alusión al PSC, a "anteponer una fundamental visión de Estado en la que el cortoplacismo partitocrático no les impida consensuar los temas trascendentales para la supervivencia de nuestro país y su presencia entre los de mayor solvencia democrática, económica y social".
También censuraba que "El 'todo vale' es una locura, una carrera hacia el abismo, una burla al Estado de derecho". El lema de la manifestación será "No en mi nombre. Ni amnistía, ni autodeterminación".