En el 83 aniversario del fusilamiento del que fuera presidente de la Generalidad Lluís Companys, entregado por la Alemania nazi al régimen franquista, tanto ERC como Junts han aprovechado la efeméride para exigir al Estado que pida perdón "al pueblo de Cataluña". Tras una marcha nocturna con antorchas y las tradicionales ofrendas florales en el lugar donde fue fusilado Companys, Pere Aragonès ha reclamado al Estado un "acto de desagravio" y que declare expresamente la nulidad de la sentencia.
A esa petición se ha sumado el prófugo Carles Puigdemont, quien ha manifestado a través de la red social X que "la ejecución del president Lluís Companys es un crimen que todavía resuena. Ciertamente fue asesinado a manos de fascistas, pero resuena porque es mucho más que eso: fue detenido, extraditado, maltratado, juzgado, condenado y ejecutado por las autoridades del Estado español de acuerdo con la legalidad vigente. No es una víctima de un comando de incontrolados; es una víctima formal del Estado español. Y es éste quien debe pedir perdón al pueblo de Cataluña, porque lo ejecutó por haber sido presidente".
El ardor propio de la celebración fúnebre mezclado con el ambiente de negociaciones ha elevado este año los excesos verbales. Así, la presidenta del parlamento autonómico, Anna Erra, del partido de Carles Puigdemont, ha llegado a afirmar que la situación política del principio del franquismo "no es muy lejana" de la actual y ha añadido que "por defender nuestros derechos y libertades continuamos teniendo represión, exilio, persecución y judicialización".
Borràs: "No nos rendimos"
La presidenta de Junts, Laura Borràs, condenada por trocear contratos para adjudicarlos a un amigo, ha asegurado que Companys representa "no rendirse" y que "por eso, hoy más que nunca, desde Junts miramos a los ojos a este Estado que es el heredero del que fusiló a Companys y le decimos que no nos rendimos". Además, ha insistido en la defensa de la "unilateralidad". La pretensión del PSOE es que el independentismo renuncie a la unilateralidad a cambio de una ley de amnistía, pero Puigdemont ya ha dejado claro por activa y por pasiva que su partido se guarda en la manga la posibilidad de volver a intentar una asonada para lograr la independencia de Cataluña.
El PSC también ha celebrado el aniversario del fusilamiento. Su primer secretario, Salvador Illa, ha destacado que es "una ocasión para subrayar la voluntad de ser de Cataluña". También se ha mostrado confiado en que la negociación entre socialistas y separatistas para la investidura de Pedro Sánchez llegará a buen puerto.