ERC quiere su cuota de protagonismo y para ello sus dirigentes amenazan con hacer embarrancar las negociaciones para la investidura de Sánchez. La amnistía, que según ERC era una cuestión ya resuelta, vuelve al centro de la pista. Los republicanos pretenden que en la exposición de motivos de la norma se haga constar que el referéndum ilegal del 1-O no fue delito. Se acaban de descolgar con esta petición tras una reunión en Barcelona entre el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, y uno de los negociadores republicanos, el portavoz en el parlamento catalán, Josep Maria Jové.
Se da la circunstancia de que Jové es uno de los principales interesados en que la amnistía salga como sea, pero sin flecos que hagan peligrar su pase por el Tribunal Constitucional. Los socialistas tratan de hacer comprender a los republicanos que una mención a posteriori a la presunta legalidad del 1-O sería indigerible incluso para un tribunal de garantías presidido por Cándido Conde-Pumpido y cuya mayoría "progresista" actúa casi manu militari.
ERC pretende obtener el mismo protagonismo y las mismas atenciones que recibe Carles Puigdemont por parte de los socialistas, de modo que han vuelto a dar un nuevo giro "dramático" a las negociaciones. Hace dos semanas, la amnistía era un asunto ya resuelto, a decir de los dirigentes republicanos. Sólo faltaban pequeños flecos. Era la vicepresidenta del gobierno autonómico, Laura Vilagrà, quien consideraba literalmente que la negociación estaba "madura". Días después, la semana pasada, la misma Vilagrà cambiaba de parecer para asegurar que la legislación habían pasado de "madura" a "verde". Y ahora es Oriol Junqueras quien desde Belfast (donde se ha reunido con dirigentes del Sinn Féin, el brazo político del IRA) ha declarado que "es imposible que haya acuerdo porque el Gobierno no hace nada".
El propósito del viaje de Junqueras a Irlanda del Norte es escenificar sobre el terreno que ERC quiere un pacto con el PSOE similar a los acuerdos de Viernes Santo suscritos por el gobierno británico y el irlandés para poner fin al terrorismo y que se sustanciaron con referéndums en Irlanda del Norte y en la república de Irlanda.
Reunión en Barcelona con Bolaños
Mientras tanto y en Barcelona, Jové expresaba a Bolaños el cambio de tercio de ERC y subía el precio de la investidura de Sánchez con unas propuestas sobre la amnistía que son insostenibles para el PSOE. Pero también cargan las tintas en el resto de expedientes, como en el traspaso de los trenes y las infraestructuras de Cercanías, la nueva financiación a la carta para la región catalana. Y para redondear la faena, exigen plazos y concreciones para que la llamada "mesa de diálogo" entre el Gobierno y el Govern aborde la autodeterminación.
El nerviosismo de ERC aumenta además porque todos los focos se centran en la negociación entre el PSOE y Junts, el partido de Puigdemont, y en asuntos como la consideración "nacional" de Cataluña o la oficialidad del catalán en la UE, temas que ha puesto sobre la mesa el prófugo mientras Junqueras ha pasado prácticamente inadvertido desde el pasado 23-J.