
Durante la sesión de investidura de Pedro Sánchez, el candidato a presidir el Gobierno de toda la nación se dedicó a arremeter contra la oposición y los presidentes autonómicos del PP, muy especialmente contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Aparte de lo insólito de la situación, pues más que un discurso de investidura parecía una moción de censura contra Alberto Núñez Feijóo, con su mal estilo de siempre Pedro Sánchez volvió a insultar a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a su familia, sacando el manido tema de las presuntas irregularidades en el contrato con Priviet Sportive S.L. durante la pandemia, donde actuó como intermediario el hermano de Ayuso. Un caso archivado en todas las instancias judiciales a las que la izquierda había acudido a denunciarlo.
Aunque luego negó que él hubiese insultado a la presidenta Ayuso, como le afeó en la réplica Feijóo, Pedro Sánchez dijo literalmente: "Su antecesor —en referencia a Pablo Casado— alertó sobre un probable caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid y su respuesta fue fulminante: evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso".
En ese momento la presidenta de Madrid, que asistía a la sesión de investidura con otras autoridades, fue captada por una cámara, y aparentemente se leía en sus labios un "hijo de puta". Cuando se quiso confirmar qué es lo que había dicho, desde la CAM respondieron que Ayuso había dicho "me gusta la fruta".
Al día siguiente, en el primer enfrentamiento en la Asamblea de la CAM, el líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, quiso defender el honor de Sánchez, y exigió a Ayuso que le pidiese perdón. Pero con sorna, Ayuso reivindicó el insulto, dándole la vuelta a la situación. Además, en los días siguientes ciudadanos anónimos se dedicaron a enviar a la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol cestas con frutas como muestra de apoyo a Díaz Ayuso.
El lema se ha extendido por redes sociales, como forma de mostrar su rechazo a Pedro Sánchez, y no sólo por sus insultos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, sino también por la concesión de la amnistía a los golpistas del procés para conseguir los 7 votos de Junts que le faltaban para repetir como presidente del Gobierno.
Hoy ha habido una manifestación masiva en Madrid en contra de la amnistía, y muchos han lucido el eslogan en camisetas, banderas o diademas. Algunos han hecho carteles caseros, como el de la imagen en el que se puede leer "Sánchez, a mí también me gusta la fruta".
"Se están creando dos bandos"
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido una de las asistentes a la manifestación que ha llenado las calles del centro de Madrid para dar visibilidad a la resistencia democrática contra un Gobierno que nace de conceder la impunidad a quienes dieron un golpe de Estado en octubre de 2017. Un presidente que miente una vez más al decir que la amnistía es la forma de conseguir la paz a través del diálogo, pero a costa de dejar fuera a más de la mitad de la población, con la que se niega a dialogar, levantando un muro y provocando el enfrentamiento civil y la ruptura de la convivencia en el resto de España.
"Estamos aquí —ha dicho Isabel Díaz Ayuso— para manifestar, sobre todo, nuestra disconformidad con todo lo que está sucediendo en España. Nos están llevando a una situación límite, nunca vista en democracia. Se están fabricando, creando dos bandos. Un bando en el que la arbitrariedad y el cambio de normas vale. Y todos aquellos que no estamos de acuerdo con que nos cambien la España de todos ya somos prácticamente arrinconados como si fuéramos fascistas".
Estamos aquí, ha añadido Ayuso, para "denunciar lo que se pretende hacer desde la Moncloa por un abuso intolerable del poder".
"Se está perpetuando o se quiere instalar un sistema en el que solo pueda haber un tipo de gobierno, el de los míos y todo aquel que discrepa, a por él. Y esto no se ha visto en democracia. Y si no somos conscientes de que hay que parar esto entre todos, vamos a ir a una fractura como como vimos en el siglo pasado. No podemos seguir por este camino de bandos", ha continuado la presidenta del Ejecutivo regional madrileño.
"Los catalanes y la convivencia en Cataluña y en el País Vasco en los últimos años iba bastante mejor, es más el independentismo y sus ansias también iban a menos, hasta que ahora decide Sánchez que los necesita para seguir ahí", en referencia a la Moncloa.

