El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, está consumando su venganza personal contra sus antiguos compañeros del Tribunal Supremo.
El Constitucional enmendaba la plana la semana pasada al Alto Tribunal en dos ocasiones en apenas 24 horas: el Tribunal de Garantías anulaba la condena impuesta por el Supremo al exdiputado podemita Alberto Rodríguez por patear a un policía y al día siguiente, revocaba otra resolución del propio Supremo que acordaba repetir el juicio contra el líder de EH-Bildu Arnaldo Otegi por intentar reconstruir Batasuna en el caso Bateragune.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital aseguran que "la venganza de Conde-Pumpido contra el Supremo se debe a que nunca llegó a ser presidente de la Sala Penal. En el año 2014, optó a la presidencia junto a Manuel Marchena y el magistrado Miguel Colmenero. Finalmente, Marchena le arrebató la presidencia al obtener 12 de los 20 votos del pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Conde-Pumpido obtuvo 7 votos y Colmenero uno".
"Tiene una vanidad psicopatológica y no ha superado que Marchena le quitara la presidencia de la Sala Penal del Supremo. Ahora está aprovechando su posición como presidente del TC para pasar facturas a sus excompañeros", añaden.
Conde-Pumpido fue elegido magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo en 1995 y se convirtió en fiscal general del Estado durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero entre abril de 2004 y diciembre de 2011. En 2017, fue elegido magistrado del Tribunal Constitucional y llegó a la presidencia del mismo en enero de 2023.
Las mismas fuentes consultadas por LD señalan que "un claro ejemplo de la venganza de Conde-Pumpido ha sido su decisión sobre la condena al expodemita Alberto Rodríguez, ya que Marchena fue el presidente del tribunal que le juzgó y Colmenero el ponente de la sentencia. Es decir, mató a dos pájaros de un tiro al desautorizar a los dos magistrados que optaron junto a él a la presidencia de la Sala Penal. Está ajustando cuentas y pasando facturas a compañeros con los que mantuvo enfrentamientos en el pasado".
"Otra razón del ataque al Supremo es que quiere asegurarse con el Gobierno de Pedro Sánchez la presidencia del Consejo de Estado una vez finalice su etapa como presidente del Tribunal de Garantías. Al PSOE le interesa ahora atacar al Supremo y Conde-Pumpido se ha convertido en su ariete y en el guardián de sus pactos de legislatura. Está haciendo el trabajo sucio del Ejecutivo desde el TC", concluyen.
Tal y como publicó este diario, el Gobierno ha iniciado la búsqueda de un presidente de transición para el Consejo de Estado hasta que Conde-Pumpido termine su mandato en la presidencia del Constitucional. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo anuló el nombramiento de la exministra de Trabajo de Sánchez, Magdalena Valerio, como presidenta de la institución. Según el Supremo, Valerio no reunía el requisito de ser una "jurista de reconocido prestigio" exigido por el artículo 6 de la Ley Orgánica del Consejo de Estado.
La sentencia sobre el Rodríguez y Otegi
El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido junto a la mayoría izquierdista del tribunal anuló el pasado martes la sentencia del Supremo que condenó al exdiputado de Podemos, Alberto Rodríguez, por patear a un policía a la pena de 1 mes y 15 días de prisión. Se estimó así el recurso de amparo presentado por el exdiputado de Podemos con los 7 votos a favor de los magistrados izquierdistas y los 4 en contra de los conservadores. La sentencia fue ponencia de la magistrada izquierdista María Luisa Segoviano.
Al día siguiente, el Constitucional amparaba a Arnaldo Otegi para evitar que el líder de EH-Bildu fuese juzgado de nuevo por intentar reconstruir Batasuna en el llamado caso Bateragune. El Pleno del Tribunal de garantías estimaba el recurso presentado por Otegi una vez más como es habitual con los 7 votos a favor de los magistrados izquierdistas y los 4 en contra de los conservadores, avalando la ponencia del también magistrado izquierdista y exministro de Justicia de Pedro Sánchez, Juan Carlos Campo.
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