
El nuevo auto judicial sobre Carles Puigdemont podría constituir un golpe particularmente fuerte para la causa separatista a nivel europeo, donde se jugará la siguiente batalla contra la ley de amnistía. La investigación prorrogada por el juez Joaquín Aguirre en torno a los lazos del entorno del expresident con el Kremlin está encontrando eco fuera de nuestras fronteras, donde se observan con estupor las alianzas entre los círculos separatistas y el entorno de Vladimir Putin.
Las conexiones entre el separatismo y Rusia se han ido destapando gracias a la acción judicial y a la investigación periodística, a la que se ha sumado el canal regional alemán Südwestrundfunk (SWR). Este lunes, la televisión pública alemana ARD está hablando tanto de la causa abierta en España como de los últimos detalles de la conexión rusa desvelados por SWR en una investigación junto a otros medios, El Periódico y el denominado Organized Crime and Corruption Reporting Project.
El reportaje señala cómo Cataluña podría haberse convertido en "la puerta de atrás de Putin" en Europa, recogiendo algunas de las conclusiones del juez Aguirre para justificar que se continúe con la investigación. Entre ellas, la pretensión de convertir a Cataluña en una especie de "Suiza de las criptomonedas" a cambio del apoyo económico e incluso militar de Rusia y las reuniones con personas de la órbita de Putin antes y después de la declaración de independencia.
La información incide en las opiniones prorrusas de colaboradores de Puigdemont extraídas de chats y destaca su cercanía a partidos de extrema derecha (el auto del juez Aguirre habla también de contactos con individuos italianos y alemanes). En esas conversaciones, apuntarían a que sólo "la amenaza de una potencia exterior" y la desestabilización de Europa podría ayudar a la independencia. En ellos tambiién se aludiría a un "nuevo orden mundial" con Europa bajo la órbita de Rusia y Alemania.
La investigación de la cadena pública también apunta al fallido proyecto Midcat, el conducto llamado a llevar gas desde España al centro de Europa, y cómo en esas conversaciones se habla de la posibilidad de torpedearlo y de que Rusia podría pagar por que Cataluña se opusiera al proyecto. Recoge también menciones desde el separatismo al pensador proputin Alexander Dugin: "Es muy inquietante que separatistas catalanes idolatren de esa forma a un ideólogo de extrema derecha que respalda el imperialismo de Putin", dice al respecto una catedrática experta en Rusia citada por el medio, que también analiza el paso por Puigdemont por Alemania y las "conexiones" con el país. Entre otras cosas, menciona una cuenta online abierta en Alemania poco antes de la fuga por el considerado contable de Puigdemont, Jaume Cabaní, en la que se habrían recaudado 350.000 euros, y de la posibilidad de que Puigdemont y su entorno hubieran buscado la situación que se creó con su arresto en suelo germano para tratar de ensuciar la imagen del sistema judicial español ante Europa. Cabaní habría declarado a SWR al respecto que el dinero provendría de aportaciones de personas y empresas afines a la causa.
En la información, por otra parte, se indica que los colaboradores de Puigdemont trataron de recabar apoyos entre empresarios rusos y mencionan que se habla de posibles pagos en bitcoins: en uno de los chats se daría una cifra concreta, 56 bitcoins (unos 450.000 euros) sin indicar su procedencia.
Sánchez, "en apuros"
La cadena pública ARD destaca en su información cómo estos datos llegan en plena tramitación de la ley de amnistía en el Congreso español entre mensajes desde Bruselas de que se analizará si se ajusta o no al derecho europeo. Sánchez, apunta, "compró muy cara su reelección en noviembre" y el relato del juez "podría ponerle en aprietos".
Bajo el epígrafe "preocupación en Bruselas", recoge además las declaraciones de una eurodiputada de Los Verdes, Viola von Cramon, tachando de "peligrosa" la amnistía para Puigdemont ante un Putin que está intentando utilizar cualquier resquicio para desestabilizar Europa. Unos mensajes que contrastan vivamente con el tono que mucha prensa europea, y alemana, ha venido utilizando con la causa separatista hasta ahora.

