
Los separatistas cumplieron con su amenaza. Los diputados de Junts votaron no a la aprobación en el Congreso de la Ley de amnistía, en respuesta a la negativa del PSOE a respaldar sus enmiendas para amnistiar todo el terrorismo, por temor a que el TC pudiera tumbarla. La norma volverá a la Comisión de Justicia, donde se debatirá de nuevo, y los independentistas proseguirán con sus reclamas durante 15 días más.
La tarde fue frenética para el Gobierno. Cuando el Pleno llevaba una hora de intervenciones, la cúpula socialista lo vio claro: sus socios iban a frenar la Ley. La intervención de Miriam Nogueras fue rotunda, como lo fue también la de la portavoz de ERC, Pilar Valluguera, que no ocultaba su indignación por lo que, preveía, iba a ocurrir.
La representante de Carles Puigdemont en el Congreso aseguró que "la política la tiene que dejar de marcar gente como García Castellón o Aguirre", en referencia a los jueces que investigan los delitos de terrorismo de Tsunami Democrático o el caso Voloh, sobre las relaciones del entorno del expresidente catalán con el presidente ruso Vladimir Putin. "Los jueces no pueden hacer lo que quiera", dijo Nogueras en sus ataques al poder judicial y pidió incluso al PSOE "que rompiera con el franquismo". La de ERC se sumó al señalamiento a los jueces y dijo que "no es un día fácil", en actitud pesimista.
Viendo estas intervenciones, el PSOE se puso la venda antes de la herida y difundió un comunicado pidiendo "madurez política" minutos antes de la votación, cuando estaban a punto de concluir las intervenciones parlamentarias. "Pedimos a todos los grupos parlamentarios, que han pactado el texto de esta ley, la madurez política y la fortaleza necesarias para que la amnistía llegue a buen puerto", decía el texto redactado por los socialistas.
Sánchez se reunió con su equipo más cercano
El presidente del Gobierno no llegó al Hemiciclo hasta el momento de votar. Antes, el Jefe del Ejecutivo se reunió con parte de su equipo en la zona que tiene reservada en el Congreso para la cúpula de Moncloa. Ahí, junto a Félix Bolaños y María Jesús Montero, confirmaron que su ley iba a caer, lo que se evidenciaba por los semblantes serios de todos ellos cuando llegó el turno de votar las enmiendas de Junts. Las negociaciones llevaban rotas desde hace tiempo y el PSOE se negó a apoyar las propuestas de Puigdemont por miedo a que el TC tumbara la ley.
Durante la sesión, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, denunció que "la humillación del Gobierno es constante" y que "cada votación es un calvario", advirtiendo de la fragilidad e inestabilidad en la que vive el país con Pedro Sánchez. "Van a amnistiar actos de otros pero la Historia no les amnistiará a ustedes", remató.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, acusó al Gobierno de convertir el Congreso en una "cueva de facinerosos" tras una intervención en la que dedicó parte de su tiempo a atacar al PP.
La sesión terminó con una votación por llamamiento en la que los diputados de Junts se sumaron al no del PP y de Vox. Ahora, el texto de la ponencia de la Ley volverá a la Comisión de Justicia que tendrá 15 días más para debatirlo. Los separatistas esperan que en estos días, Sánchez asuma lo que este martes no aceptó.
