Son dos agentes de la Policía Nacional. Fueron heridos durante los disturbios auspiciados por Tsunami Democratic en otoño de 2019 con motivo de la primera sentencia condenatoria contra los políticos golpistas de Cataluña. Pero ellos lo fueron de gravedad, hasta el punto de que las secuelas no les han permitido seguir trabajando, ni siquiera en un puesto de oficina. La Administración les jubiló de forma anticipada.
Al igual que al resto de los agentes que prestaron servicio durante esos días en Cataluña para mantener el orden constitucional, les ha sentado mal el proceso de amnistía que pretende llevar a cabo el Gobierno. No en vano, según los datos del Ministerio del Interior y la Consejería de Interior de la Generalidad, casi 300 agentes resultaron heridos en los disturbios. Exactamente, más de 150 mossos, más de 130 policías nacionales y un guardia urbano.
Los dos agentes han solicitado en las últimas horas al Tribunal Supremo personarse como acusación particular en la causa que podría investigar a Carles Puigdemont, Marta Rovira y a otros diez dirigentes independentistas por un posible delito de terrorismo. Así ha quedado reflejado en un escrito enviado por sus representantes legales –el despacho Fúster-Fabra Abogados– a la Sala Segunda del alto tribunal.
Una petición que llega en un momento en el que el Tribunal Supremo tiene todavía que decidir si da curso a la investigación contra estos líderes independentistas por lo ocurrido en 2019 o si, por el contrario, deja todo en manos del magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que es quien está instruyendo la causa, pero que en noviembre pidió que fuera al Supremo por el aforamiento de los eurodiputados Carles Puigdemont y Rubén Wagensberg.
Los dos agentes también pidieron su personación el pasado noviembre como acusación particular en la Audiencia Nacional como "víctimas del terrorismo callejero", es decir, que están peleando por ser acusación particular en el tribunal que se juzgue la causa, sea cual sea el mismo. En el caso de la Audiencia Nacional, compartirían la acusación particular con la asociación Dignidad y Justicia, también personada.
En el escrito presentado a ambos tribunales, en el que se describen cómo fueron heridos los dos agentes, apuntalan la tesis del terrorismo. "Sobre las 20.00 horas, estando en la Plaza de Urquinaona parapetados, ante la imposibilidad de avance por la intensidad de los ataques, de estilo terrorismo urbano o kale borroka, que estaban sufriendo con adoquines, piedras, bolas metálicas de petanca, bengalas, cócteles molotov, ácido…", dice sobre los momentos previos a que cayese gravemente herido uno de los agentes.

